Ninguna mujer tiene dueño. Violencia doméstica y Estrés Postraumático. 

Ninguna mujer tiene dueño. Sí, este fue el subtítulo que sin lugar a dudas me vino a la cabeza. Estaba preparando un trabajo sobre Trastornos de Estrés Postraumático y Violencia Doméstica.

Hay muchas noticias en el telediario que me gustaría que no tuvieran que emitir. Pero, sin duda, hay una que me pone en alerta sobremanera. El maltrato y la violencia doméstica. Por el número elevado de casos que conocemos que acaban con la vida de tantas mujeres. Y además, por los casos que no se conocen, pero siguen activos. Es decir, hay muchísimos casos en los que sigue habiendo mujeres que son o han sido víctimas de violencia y maltrato doméstico.

Puede ser una mujer que conoces, puede ser una amiga de tu amiga, o una conocida, que sin saberlo tú, es ha sido víctima de abusos, maltrato y violencia.

Son más de lo deseable (que sería cero) los casos en los que he trabajado. Me encuentro en ocasiones, con mujeres que afortunadamente piden ayuda psicológica, quizá por otros temas, o por ese motivo en particular. ¡Aprovecho para felicitarlas!. 

 En cualquier caso, son las vidas de mujeres que sufren o han sufrido este gran trauma y dolor en sus vidas. Es una situación que además se suele esconder, a excepción de signos visibles. No les resulta fácil incluso reconocerlo. Y cuando lo hacen, finalmente se dan cuenta de que les está afectando una serie de consecuencias psicológicas que les causa un gran estrés postraumático.

Porque sí, es el estrés postraumático, la consecuencia psicológica que sufren estas mujeres. Impidiéndoles tener una relación sana consigo misma y con los demás. Dificultándoles vivir sin ansiedad y sin miedo.

Ninguna mujer tiene dueño. Violencia doméstica y Estrés Postraumático. *

*Extracto del trabajo presentado por Maite Finch como TFM

Hoy y sin necesidad de que sea ninguna fecha concreta en el calendario, quiero lanzar esta reflexión. Me gustaría poder aportar desde mi trabajo, algunas ideas y datos sobre el maltrato doméstico y las consecuencias psicológicas que se producen. Para que las conozcamos todos. Por si llega a alguna mujer que está sufriendo. Para que pueda ver como normal, y consecuentes, los síntomas y emociones que puede estar sintiendo. Y que tiene derecho a superarlos. Con la idea de que se pueda identificar y comprender mejor. Quiero hacerles llegar, con la mejor de las intenciones que tiene solución. Que puede sentirse mejor. Ella tiene a su disposición un trabajo psicológico adecuado para estas vivencias y que pueden conseguir salir de esa vida de estrés y miedo.

Ninguna mujer tiene dueño 

Martin (Hache). Film de Adolfo Aristarain. 1997.

¿Qué es la violencia doméstica?

La violencia doméstica se define como un patrón de conductas abusivas que incluyen un amplio rango de maltrato físico, sexual y psicológico. Estas conductas abusivas son usadas, por una persona en una relación íntima contra otra, para poder ganar o mantener el abuso de poder, control y autoridad sobre esa persona. (Walker, 1999). Podemos distinguir 3 tipos de maltrato: físico, psicológico y sexual.

Se proponen tres requisitos mínimos que necesita reunir un comportamiento caracterizado por violencia doméstica:

  • Ejercicio de violencia física, sexual y/o psicológica.
  • Practicada por el/la cónyuge o ex cónyuge, pareja de hecho, expareja, novio o ex novio, o por cualquier otro miembro de la unidad familiar.
  • El agresor está en situación de dominio permanente en los casos en los que la víctima es mujer.
  • En el caso de violencia psicológica, está presente de forma reiterada o habitual.

La violencia por parte de la pareja se asocia a una sensación de amenaza a la vida y al bienestar emocional por las graves implicaciones psicológicas que produce.Es decir, la mujer teme por su vida y por su salud psicológica. (Sarasua, Zubizarreta, Echeburúa y de Corral, 2007). Heise y Moreno (2002) nos aportan dos criterios más:

  • Relaciones o conductas sexuales forzadas
  • Conductas de control, tales como aislamiento, control de las actividades y restricciones en el acceso a la información y asistencia.
Tienes derechos

Sé que puede parecer evidente, pero a veces se nos olvida. Incluso las mujeres en situación de maltrato piensan que no tienen una serie de derechos, que sí les están permitidos. Mujer, tienes derecho a:

  • Decir que no en cualquier momento.
  • Ser autónoma e independiente de la “buena voluntad” de los demás.
  • Entrar, salir y realizar cualquier actividad sin restricciones de horarios ni de personas.
  • A tu intimidad.
  • A tener acceso a cualquier información y apoyo.


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¿Qué es el maltrato doméstico?

El maltrato doméstico se refiere a las agresiones físicas, psíquicas o sexuales llevadas a cabo reiteradamente en el hogar por parte de un familiar. Estas agresiones, vulneran la libertad de otra persona y causan daño físico o psicológico (Echeburúa, Corral, Amor, Sarasua y Zubizarreta, 1997). El maltrato doméstico se identifica por una serie de características específicas como:

  • Es una conducta que no suele denunciarse. Y si se denuncia, la víctima frecuentemente perdona al supuesto agresor antes de que el sistema penal sea capaz de actuar.
  • Es una conducta continuada en el tiempo.
  • Como conducta agresiva, se corre el riesgo de ser aprendida de forma vicaria por los hijos.

El maltrato evoluciona en una escala ascendente en cuanto a la gravedad y frecuencia de aparición de los actos violentos. Es decir, no suele remitir en el tiempo. Por el contrario, cada vez habrá más situaciones de control y abuso. Además, las conductas humillantes y las actitudes de menosprecio tienen también un carácter intimidatorio. 

La mujer víctima de maltrato doméstico, queda así atrapada en un círculo violento en donde las agresiones físicas y/o psicológicas se manifiestan de forma repetida e intermitente. Se combinan con con actitudes y comportamientos de arrepentimiento o buen trato (Walker, 1984).

El círculo repetitivo de agresión y arrepentimiento, es el punto que más fortalece la dependencia emocional que se genera en las mujeres víctimas de maltrato. Pensando que sólo ha ocurrido unas cuantas veces, y que parece que el maltratador lo lamenta, se continua en este tipo de relación.

Tienes derechos

Por mucho, que aparentemente lo lamente el maltratador, como mujer tienes derecho a:

  • Decir ¡Basta!
  • Alejarte de esa relación.
  • Poner límites y condiciones.
  • Pedir ayuda.
  • Elegir otro tipo de vida y otro tipo de relaciones.
  • Estar tranquila. Su comportamiento no es culpa tuya.
  • Merecer algo mejor en tu vida.

Una de las características que más llaman la atención en estos casos es que la mayor parte de las mujeres permanecen con su pareja durante muchos años, y vuelve con ella, aunque hayan sido capaces de abandonarla temporalmente. Porque como señalan Heise y García-Moreno (2002), dejar una relación de abuso es un proceso que incluye periodos de negación, culpa y sufrimiento. Estos sentimientos aparecen antes de que las mujeres sean capaces de reconocer la realidad del maltrato, punto que suele señalar el comienzo de la separación y de la recuperación del abuso.


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¿Cuáles son las consecuencias negativas de la violencia doméstica?

Las consecuencias negativas de la violencia doméstica son múltiples y afectan a la vida de la persona en su totalidad. A nivel de salud física destacan según Labrador, Fernández-Velasco y Rincón (2005):

  • Los trastornos funcionales (colon irritable, trastornos gastrointestinales, dolor crónico, etc.).
  • Lesiones y daños permanentes en articulaciones, pérdida parcial de audición y visión y/o disfunciones sexuales.

En cuanto a las consecuencias psicológicas, Lorente (2001), estima que el 60% de las mujeres maltratadas sufre de este tipo de problemas. Predominan pues:

  • Síntomas depresivos. Pérdida de interés por una misma y por el mundo.
  • Sentimientos de ineficacia. Creer que una no sirve para nada.
  • Dudas sobre la propia capacidad. Dudar del potencial que tienes como persona.
  • Síntomas de autoinculpación. Sentir que esa situación es culpa tuya.
  • Pensamientos distorsionados sobre tí misma y el mundo.
  • Desconfianza hacia los demás .

Además las mujeres víctimas de maltrato y violencia doméstica pueden sufrir:

  • Trastornos de ansiedad.
  • Depresión.
  • Abuso y dependencia del alcohol y otras sustancias.
  • Especialmente el trastorno de estrés postraumático (TEPT) (Astin, Ogland-Hand, Foy y Coleman, 1995; Campbell, Sullivan y Davidson, 1995; Dutton, 1992; Golding, 1999; Labrador, Rincón, De Luis y Fernández-Velasco, 2004).


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¿Qué es el TEPT y qué relación tienen con la violencia doméstica?

EL TEPT consecuencia de la violencia doméstica tiene características específicas que lo definen según Labrador et al (2005):

  • Es un tipo de trauma reiterado que se produce en el lugar que debería ser el más seguro para la persona, su hogar. Por este motivo, se da en la víctima un estado permanente de hipervigilancia e hiperactivación. Además, se experimenta la vivencia del fracaso personal y con frecuencia, sentimientos de culpa y pérdida de autoestima en la víctima.
  • Suele ser un problema crónico y prolongado: las mujeres tardan alrededor de 10 años de media en pedir ayuda, debido a las consecuencias personales, familiares y sociales para la víctima. Entre ellas, la pérdida de muchas actividades cotidianas, sociales y de ocio, reduciéndose así las posibilidades de exprimentar situaciones positivas y facilitando la aparición de síntomas depresivos.

TEPT y depresión son las consecuencias más comúnmente detectadas a largo plazo (Amor, Echeburúa, Corral, Sarasua, y Zubizarreta, 2001; Echeburúa, Corral, Amor, Sarasua y Zubizarreta, 1997).

El Estrés Postraumático causa entre otros síntomas:

  • Pensamientos intrusivos constantes.
  • Evitación persistente de personas y situaciones.
  • Alteraciones en el estado de ánimo.
  • Estado de ansiedad, alerta y reactividad.
  • Embotamiento emocional.
  • Miedo y sensación de indefensión.

¿Cómo es la ayuda para superar el Estrés Postraumático en víctimas de violencia y maltrato doméstico?

Se dan una serie de necesidades específicas en estos casos. Labrador et al (2005). Cuando se trabaja el estrés postraumático en mujeres que han sufrido violencia y maltrato doméstico, se ayuda entre otros objetivos, a:

  • Superar las experiencias traumáticas vividas.
  • Dotar de recursos personales para superar los síntomas asociados, entre los que se encuentran síntomas depresivos, pérdida de autoestima, sentimientos de culpa y problemas de adaptación personal y social.
  • Desarrollar un proceso de ayuda psicológica breve y concreto para superar el problema y activar cuanto antes la readaptación a la sociedad.
  • Manejar los pensamientos e ideas de culpa y vergüenza relacionadas con el maltrato.
  • Exponerse a las situaciones temidas.
  • Entrenamiento en desarrollo de autoestima, asertividad, autocuidado y autodefensa.
  • Buscar apoyo social.
  • Tener información psicológica sobre su situación.
  • Entrenamiento en control de la activación


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Conclusión

Pongamos atención para identificar y comprender la violencia y el maltrato doméstico. La mujer víctima de esta situación puede sufrir Estrés Postraumático entre otras consecuencias físicas y psicológicas. Identificar, reconocer y superar son los tres objetivos principales.

  • La violencia doméstica se define como un patrón de conductas abusivas que incluyen un amplio rango de maltrato físico, sexual y psicológico. Estas conductas abusivas son usadas, por una persona en una relación íntima contra otra, para poder ganar o mantener el abuso de poder, control y autoridad sobre esa persona.
  • El maltrato doméstico se refiere a las agresiones físicas, psíquicas o sexuales llevadas a cabo reiteradamente en el hogar por parte de un familiar. Estas agresiones, vulneran la libertad de otra persona y causan daño físico o psicológico.
  • El Trastorno de Estrés Postraumático y la Depresión son las consecuencias psicológicas más frecuentes a largo plazo.
Aunque hayas terminado con una relación de maltrato es importante que te cuides psicológicamente. Superar el pasado debe permitirte vivir con tranquilidad e ilusión.
Volver a creer en ti y en todo lo que te mereces, es tu principal meta.
No dudes en pedir ayuda a quien consideres de confianza. Muchas mujeres están disfrutando de su vida y han superado las situaciones de maltrato.
Desde aquí mi deseo de que se reduzcan al máximo las noticias de violencia y maltrato doméstico. Ojalá todas las mujeres que lo necesiten reciban la ayuda adecuada.
Recuerda ninguna mujer tiene dueño. Tú puedes y te mereces ser dueña de ti misma 🙂

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