Actualmente muchas personas sufren ansiedad. Cuando trabajas con ellos para descubrir cuáles son los motivos y qué técnicas y/o enfoques son los mejores para poder abordarlo, te das cuenta de algo importante. Hay una gran parte de esa ansiedad que se debe a la no aceptación de la situación, y/o de las personas con las que se relacionan. Incluso a veces, ciertas personas se están enfocando en no aceptar sus propias emociones.
Motivos habituales para no aceptar
Algunos de los motivos suelen ser no aceptar que:
- Algún compañer@ de trabajo no piensa ni tiene las mismas prioridades que tú.
- Tu empresa podría hacer las cosas de otra manera y no las hace.
- La forma en como se comunican algunas personas no está precisamente centrada en la inteligencia emocional.
- Algunas circunstancias familiares son así y es muy probable que no cambien.
- Estaría bien que las personas que más aprecias te trataran mejor pero no lo hacen.
- Algo o alguien te está afectando más de lo que quisieras.
- Ahora no puedes sentir algo diferente a lo que sientes y es importante que le prestes atención.
- Para llegar a determinada meta necesitas tener en cuenta algo que no te gusta demasiado y realizar algún esfuerzo diferente al que tenías en mente.
Empeñarse en no aceptar y seguir deseando que fuera diferente te coloca cuanto menos en posición de RESIGNACIÓN. Y en este caso, tu mente buscará constantemente poner el foco en las cosas que no dependen de ti. Con lo que tu ansiedad aumentará. ACEPTAR significa incluir en esta nueva etapa lo que no depende de ti y poner el foco en cómo puedes adaptarte.
Entrena tu Flexibilidad Cognitiva
Cuando hablamos de trabajar la ACEPTACIÓN, no estamos diciendo que te sientas feliz con las nuevas circunstancias, y que dejes de luchar por sentirte mejor. Justo lo contrario. Acepta las emociones de la nueva situación, persona o la emoción incómoda que experimentas y sigue poniendo el foco en llevarlo lo mejor posible. La FLEXIBILIDAD COGNITIVA en este tipo de experiencias es fundamental.
La flexibilidad cognitiva es la capacidad para pensar de forma flexible cuando las circunstancias no transcurren como tú esperabas o deseabas.
En el artículo How To Accept The Things You Cannot Change, Like The Pandemic en FORBES, se hace referencia al resultado de investigaciones al respecto. Dr. Hayes, concluye que el predictor más importante es la flexibilidad cognitiva. Este indicador predice quién va se va a agotar emocionalmente y posiblemente tenga una crisis importante. Y por otro lado, quién se va a situar en un enfoque de reto y podrá seguir creciendo.
Así pues la flexibilidad cognitiva se desarrolla cuando aceptas (dejas de desear lo contrario) la nueva situación y eres capaz de establecer nuevas estructuras y hábitos para ti.
3 claves para trabajar la aceptación y el compromiso
- Foco en el momento presente.
La no aceptación probablemente te llevará a “engancharte” en pensamientos anticipatorios y catastróficos, situándote en un futuro inquietante. Regula tu atención al momento presente. A cada paso, céntrate en el ahora. En hoy, después mañana y así. Pero en cada momento, pon el foco en ese instante. Practicar una respiración consciente y centrarte en cómo puedes adaptarte en esa “micro situación de hoy” te creará una mayor sensación de dominio.
- Mentalidad abierta a los sentimientos e incertidumbre.
Sé compasivo contigo mismo. Cuídate a pesar de la situación, persona o emoción difícil que estás experimentado. Deja de rechazar o negar tus sentimientos y la posible incertidumbre que conlleva. Aprovecha este nuevo aprendizaje igual que lo has hecho en otras experiencias difíciles. Combina el ser compasivo con el foco en el presente inmediato.
- Foco en lo que importa y en tus valores.
Que ciertos aspectos de la situación que afrontas no puedan cambiarse no significa que debas dejar de actuar de acuerdo a tus valores. Inclúyelos en tu estrategia de afrontamiento. ¿Cómo puedes seguir siendo coherente contigo mismo en esta situación, con esta persona o con estos sentimientos que experimentas?. ¿Qué suele ser importante para ti?. Piensa en tus logros pasados. Recupera estrategias de afrontamiento que suelen usar las personas a las que admiras. ¿Qué harían ellos y como puedes acercarte a ese enfoque?. Las circunstancias difíciles van a seguir, ¿cómo quieres afrontarla para sentir menos ansiedad y sentirte satisfecho día a día?.
Cuestiónate para seguir adelante con aceptación
- ¿Qué es exactamente lo que te genera inquietud o ansiedad sobre esa situación o persona?
- ¿Qué nombre exacto le pondrías a la emoción que sientes ante esa persona o situación?
- ¿Qué enfoque sobre la situación o persona está haciendo que te sientas así?
- ¿Qué mensaje entonces te está enviando tu emoción?
- ¿Cuál es el motivo de que no aceptes a esa persona o situación tal cual es?
- ¿De qué te está protegiendo ese motivo?. ¿Qué utilidad tiene para ti alimentar ese motivo?
- Teniendo en cuenta el mensaje de la emoción y tus motivaciones, ¿qué necesitas adaptar o modificar para sentirte mejor en esa situación o con esa persona?
- ¿Qué beneficios tendría aceptar esa persona o situación tal cual es?
- ¿Qué aspectos de esa situación o persona no están bajo tu control?
- ¿Qué valores son importantes en tu vida y cómo podrías aplicarlos aquí?
- ¿En qué necesitarías hacer un poco de esfuerzo y adaptación en aspectos que sí están bajo tu control, si aceptaras la situación o esa persona tal cual es?
Evita preguntas tramposas que alimentan la ansiedad
- ¿Cómo puedo seguir soportando esto?
- Y ¿Cómo viviría si no tuviera que sufrir esto?
- ¿Realmente es esto lo que merezco?
- ¿Por qué me pasa esto a mí?
Este tipo de preguntas habituales sitúan tu foco de atención en aquello sobre lo que no puedes actuar. Alimentan la ansiedad de no aceptar
Recuerda
Sigue siendo tú a pesar de las circunstancias difíciles,
y a pesar, de que otros actúen de forma incomprensible para ti.
Maite Finch
Lecturas Recomendadas
5 habilidades necesarias para vivir y trabajar mejor