Cómo potenciar la inteligencia de profesores y líderes. Nada, tranquilo, no voy a meterme con la inteligencia de cada uno :-). Hoy nos centraremos en cómo ser más inteligentes a nivel de habilidades personales. Hablaremos de dos retos en inteligencia personal para profesores, directivos y mandos intermedios. ¿Que tienen en común?. Como yo lo veo, son tres de las profesiones que tienen a su cargo un conjunto de personas con las cuales adquieren un gran compromiso. El compromiso de conseguir que crezcan personal y profesionalmente, además de conseguir una serie de resultados.
Los 3 perfiles asumen la responsabilidad de provocar cambio y aprendizaje. En un caso para que puedan convertirse en profesionales. Y en los otros dos casos, para afianzar y mantener su nivel de profesionalidad y potencial de crecimiento.
Cómo potenciar la inteligencia de profesores y líderes
Trabajando habitualmente con estos tres colectivos, me encuentro con que hay una serie de habilidades que están siendo muy potentes en su trabajo diario. Me gustaría señalar hoy 3 competencias en las que estos 3 perfiles pueden invertir para potenciar sus resultados. Bien sea en las clases de los profesores, o en el quehacer diario de perfiles de liderazgo.
Estas dos/tres habilidades sobre las que nos centraremos hoy, se relacionan con ciertos enfoques de inteligencia en habilidades personales. Hablamos de:
- Inteligencia Emocional
- Y la Inteligencia Conversacional e Indagación Apreciativa
Inteligencia Emocional para profesores y líderes
Como hemos comentado en otros artículos y seguro, habrás leído en muchos manuales, la inteligencia emocional es clave hoy en día. En todas las profesiones y especialmente en aquellas que gestionan personas para alcanzar unos objetivos.
Bien sea por las reacciones de las personas o bien, por tratar de potenciar las mejores emociones relativas a una tarea. La Inteligencia Emocional es la habilidad de gestionar tus propias emociones y ayudar a gestionar las de los demás. Un paso más allá en la Inteligencia Emocional nos lleva a ser capaces de provocar e inspirar las mejores emociones en los demás.
¿Por qué es tan importante la Inteligencia Emocional?. A parte de la respuesta obvia que seguro te estás dando, y es que sentimos emociones en todo momento. Es crucial aprender a regular el nivel de estas emociones para que puedan siempre ser saludables para nosotros. En un artículo anterior, hablamos de que todas, absolutamente todas las emociones son útiles. Tienen una función importante en nuestra vida personal y profesional. No es que haya que evitar la tristeza, el enfado o la vergüenza, por ejemplo. Es que estas emociones te ayudan, en caso de saber mantenerlas en un enfoque saludable, a tomar decisiones y a vivir mejor.
Recomendado: Para qué te sirven las emociones que sientes a diario
El equilibrio personal es la clave
Las emociones te permiten:
- Tomar decisiones en momentos de urgencia.
- Impulsan tu capacidad de aprendizaje e inteligencia.
- Son una alarma rápida que te da información de cómo puedes protegerte emocionalmente.
- Te proporcionan información de cuál es el siguiente paso que necesitas hacer en situaciones extraordinarias. O también, en situaciones que requieren recursos extra con respecto a las situaciones que afrontas habitualmente.
¿Qué están aprendiendo y qué están consiguiendo profesionales directivos y profesores como tú de la Inteligencia Emocional?. Veamos algunas claves que trabajo habitualmente con líderes y profesores universitarios, con los que he tenido oportunidad de colaborar.
¿Con qué situaciones se encuentran los líderes y la Inteligencia Emocional sería de ayuda?
Habitualmente los líderes se pueden encontrar con varias situaciones en las que tanto ellos mismos, como sus colaboradores, pueden beneficiarse de la Inteligencia Emocional:
- Desmotivación en el puesto de trabajo, tanto del líder como de los colaboradores
- Bloqueos emocionales ante nuevos retos profesionales. Tanto del líder como en sus colaboradores.
- Inseguridad sobre las propias capacidades.Tanto del líder como en sus colaboradores.
- Dificultades o descenso en el desempeño profesional. También, en ambos casos.
- Estrés ante la demanda de ser productivo en el puesto de trabajo. Hablamos tanto de la productividad del líder como de sus colaboradores.
- Conflictos personales. En cualquier dirección, entre colaboradores. O bien del líder con sus colaboradores.
- Falta de ilusión e inspiración para dar lo mejor de uno mismo.
- Miedos. En ambos casos también.
Podríamos nombrar más, sin duda…
¿Qué pueden resolver mejor los directivos y mandos intermedios aprendiendo inteligencia emocional?
- Gestionar mejor sus propias emociones para conseguir ser feliz como líder.
- Ayudar a que sus colaboradores den lo mejor de sí mismos en sus retos profesionales.
- Impulsar el aprendizaje de los colaboradores.
- Mantener un buen clima de trabajo.
- Superación ante inseguridades, bloqueos y miedos.
- Desarrollar la motivación propia y de sus colaboradores.
- Regular el nivel de las emociones más difíciles para afrontar tareas y retos importantes.
- Lidiar con el enfado, el estrés o el agotamiento emocional que provocan las situaciones de incertidumbre.
- Inspirar al equipo ante las visión final de proyecto que se quiere conseguir.
- Desarrollar la motivación intrínseca de sus colaboradores.
¿Con qué situaciones se encuentran los profesores y la Inteligencia Emocional sería de ayuda?
Habitualmente los profesores se pueden encontrar con varias situaciones en las que tanto ellos mismos, como sus alumnos, pueden beneficiarse de la Inteligencia Emocional:
- Desmotivación debido a la exigencia de la profesión docente.
- Falta de motivación de los alumnos ante percepciones poco claras sobre la utilidad de lo que estudian.
- Bloqueos emocionales ante nuevos retos profesionales y las nuevas demandas que los alumnos de ahora requieren.
- Inseguridad sobre las propias capacidades. Bien sea del profesor o de los propios alumnos ante sus tareas de trabajo o ante las pruebas de examen.
- Dificultades ante el manejo de los grupos en el aula.
- Estrés ante la demandas requeridas por el centro de enseñanza.
- Conflictos personales. Igualmente en todas direcciones. Entre alumnos o del profesor con sus alumnos.
- Falta de ilusión e inspiración para dar lo mejor de uno mismo.
- Miedos.
- Autoexigencias debidas a expectativas de “tener que saberlo todo”.
Podríamos nombrar más, sin duda…
¿Qué pueden resolver mejor los profesores aprendiendo inteligencia emocional?
- Gestionar sus propias emociones ante los retos de su profesión.
- Crear emociones positivas ante el contenido de aprendizaje, ya que el cambio y el aprendizaje se da con emociones positivas.
- Ayudar a gestionar las emociones del grupo o de un alumno ante sus inseguridades en los exámenes y en el trabajo de clase.
- Inspirar a sus alumnos.
- Manejar el estrés de todos los implicados en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
- Resolver bloqueos emocionales de sí mismos y de sus alumnos.
- Desarrollo de la motivación instrínseca propia y de sus alumnos. Este tipo de motivación es la más sólida y sostenible en el tiempo.
- Favorecer la creatividad en sus clases y de sus alumnos. Ya que aprender a redirigir las emociones del grupo.
- Resolver de forma satisfactoria conflictos en clase, entre alumnos, o con el propio funcionamiento de la clase.
Inteligencia Conversacional e Indagación Apreciativa para profesores y líderes
Muy potentes estas dos técnicas. Son dos habilidades que permiten establecer diálogos y conversaciones inspiradoras. Tanto los líderes como profesores con los que trabajo, están aprendiendo a tener mayor impacto en sus interacciones con sus colaboradores, en el caso de líderes. Y con sus alumnos, en el caso de los profesores.
Ambas técnicas permiten centrarse y orientarse al futuro, al siguiente paso, provocando el cambio en cada conversación. Y por supuesto, con un enfoque positivo y apreciativo de las fortalezas y posibilidades de alumnos y colaboradores, según el caso.
¿Dónde se encuadran la Inteligencia Conversacional y la Indagación Apreciativa?
La Inteligencia Conversacional y la Indagación Apreciativa, se encuadran y se complementan fenomenalmente bien con:
- Los enfoques de Líder – Coach y el enfoque de liderazgo orientado a las personas y a su desarrollo.
- Las metodologías activas de enseñanza – aprendizaje.
- Ponen el foco en el protagonismo del receptor como agente de cambio y aprendizaje. Bien sean los colaboradores o los alumnos.
- Facilitan que el líder o profesor sea un facilitador y creador de entornos de aprendizaje y cambio.
- Tienen en cuenta que el aprendizaje y cambio es dependiente de las emociones positivas y ayudan a crearlas.
- Parten del impacto que las conversaciones tienen en la neuroquímica del cerebro.
- Ayudan a crear conversaciones inspiradoras que generen entornos de confianza.
- Aprovechan el enfoque de que para que haya aprendizaje y cambio en las personas, se necesita el descubrimiento y la reflexión. Cuentan con que el aprendizaje es un proceso discontinuo creciente.
- Dirigen el foco de atención a las fortalezas, al potencial y a las posibilidades.
¿Qué es la Inteligencia Conversacional?
Judith E. Glasser desarrolla la técnica de Inteligencia Conversacional. Es la técnica que nos permite convertir conversaciones centradas en el “yo”, en conversaciones centradas en el “nosotros”. Este último tipo de conversaciones permite la conexión, la confianza y la colaboración. Se apoya también en el impacto que las conversaciones tienen en las emociones de las personas. Con lo que nos ayuda a generar conversaciones que activen la parte del cerebro que permite la apertura, la implicación y el compromiso.
Tengamos en cuenta que no nos comprometemos con aquello que no nos hace sentir bien. Así, pues profesores y líderes encuentran en esta técnica, un aprendizaje potente sobre el potencial de sus conversaciones.
Las conversaciones centradas en el “yo” activan el Sistema Nervioso Simpático. Sistema que está diseñado para mantenernos en actitudes defensivas y dónde nuestras capacidades congnitivas se reducen a la protección y a la supervivencia.
Sin embargo, las conversaciones centradas en el “nosotros” activan el Sistema Nervioso Parasimpático y la corteza prefrontal. Sistemas que permiten la creatividad, el compromiso, la implicación, la solución de problemas y la comprensión de las emociones de los demás.
¿Qué es la indagación Apreciativa?
Ronald Fry, David L. Coperrider, Diana Whitney y Jaqueline M. Stavros, nos proponen el enfoque de la Indagación Apreciativa, muy relacionado con la Inteligencia Conversacional. Basado en las mismas bases que la anterior técnica, nos ayudan a desarrollar un enfoque contrario al tradicional “enfoque de déficit”, tan habitual en todos los entornos organizativos y de aprendizaje.
En multitud de ocasiones, estamos acostumbrados a trabajar desde el enfoque: identificación del problema o deficiencias, análisis de las causas y diseño de soluciones. Desde la Indagación Apreciativa, otro punto de vista es posible.
La Indagación Apreciativa, favorece el uso de conversaciones intencionales que provocan la curiosidad del receptor. Provocan un diferente modo de pensar y de dialogar. Impulsan el proceso de cambio y aprendizaje en el mismo momento de la conversación. Ademas, se caracteriza por su potente capacidad de apreciar y contar con las fortalezas, con lo que ya sabemos y nos funciona bien. Por otra parte, crean conversaciones que orientan a la visión y a la creatividad. Y por último, construyen y generan aprendizaje.
La Indagación Apreciativa propone un modelo de trabajo que mediante fases permite la creatividad y la elección protagonista de aquello en lo que las personas se quieren involucrar.
¿Qué están aprendiendo y qué están consiguiendo profesionales directivos y profesores como tú de la Inteligencia Conversacional y de la Indagación Apreciativa?. Veamos algunas claves que trabajo habitualmente con líderes y profesores universitarios, con los que he tenido oportunidad de colaborar.
¿Qué pueden resolver mejor profesores y líderes aprendiendo Inteligencia Conversacional e Indagación Apreciativa?
- Conversaciones de desempeño de sus colaboradores, o alumnos en el caso de los profesores.
- Situaciones de bloqueo o desmotivación en grupo de clase, o en equipo de colaboradores.
- Practicar el hábito de poner el foco en las fortalezas y oportunidades.
- Orientar a la visión futura del proyecto que se quiere trabajar. O bien del resultado final que se alcanzará con el dominio de una asignatura.
- Conversaciones difíciles que normalmente acaban en conflicto o imposición. Cambiando entonces, a una metodología de diálogo que provoque acuerdos y confianza.
- El funcionamiento interno de los equipos de trabajo y del propio proceso de enseñanza – aprendizaje.
- Conversaciones 1×1 que provoquen la motivación intrínseca de los receptores.
- Cambiar el enfoque de análisis de problema por un enfoque basado en casos de éxito y logros obtenidos. Orientando a su vez a contar con la que mejor sabemos hacer y aprovecharlo en los siguientes retos.
- Conversaciones orientadas al siguiente paso que provoque el mejor impacto posible.
- Crear procesos de trabajo orientados a un plan de acción y a la consecución de los retos que más motivan.
Recuerda, el cambio se produce cuando hay una buena pregunta.
Recomendado: Cómo no ser un líder perfecto y ayudar a tus colaboradores
Cambiamos y aprendemos mejor cuando somos más fuertes y más positivos, no cuando sentimos debilidad y falta de ayuda.
Conclusión
Recuerda, hablamos hoy de cómo podemos potenciar la Inteligencia de Profesores y Líderes. Es una inteligencia más personal, relacionada con sus habilidades de interacción con otras personas. Resumiendo, es importante que recuerdes:
- La Inteligencia Emocional puede ayudarte en dos direcciones, hacia ti mismo y hacia tu equipo de trabajo.
- Si quieres potenciar los mejores resultados, necesitas tener en cuenta cómo potenciar las mejores emociones.
- Hay conversaciones que generan aprendizaje y conversaciones que causan rechazo.
- La Inteligencia Conversacional y la Indagación Apreciativa te permitirán aprender a crear diálogos potentes.
- Ambas habilidades conversacionales te ayudarán a impulsar la mejor motivación e implicación en los demás.