En los últimos meses diversos líderes y profesionales como tú han estado invirtiendo en la mejora de sus competencias personales. Bien como líder o desde un puesto de mando intermedio o de técnico. Sí como tú. Son personas que bien por interés propio o por metas acordadas con su empresa han estado invirtiendo entre otros aspectos en participar en procesos de coaching.
Y es que cada vez más profesionales como tú, detectan la importancia de mejorar en la práctica de sus habilidades, y en la confianza que pueden generar desde sus puestos de trabajo.
Sectores como industria, transporte, servicios, farmacia, alimentación, nuevas tecnologías, etc. Son hombres y mujeres que quieren disfrutar más de su trabajo. Quieren conseguir un mayor impacto en su área de influencia y ser mejores en su puesto de trabajo. Son personas que han hecho un trabajo previo de reflexión en el que se han dado cuenta de que hay algo diferente que pueden hacer y en muchas ocasiones no saben cómo implementarlo. Un proceso de coaching les ha permitido desarrollar mejor determinadas competencias como:
- Gestión Emocional
- Liderazgo
- Comunicación
- Inteligencia Conversacional
- Resiliencia
- Resolución de Conflictos
- Gestión del Tiempo y Organización del Trabajo
Invierte en Confianza y Práctica Deliberada
Ya sea la confianza en uno mismo y/o la confianza con los demás, esta competencia es clave. Con lo que suele ser uno de los factores “palanca” que hace que alguien se plantee invertir en sus competencias personales y profesionales.
Y es que la confianza es lo primero
Jack Zenger and Joseph Folkman, en su artículo The 3 elements of trust en HBR nos recuerdan los 3 elementos esenciales para trabajar la confianza:
- Relaciones Positivas: La confianza se basa en parte en la calidad con la que un líder, o cualquier profesional, es capaz de crear relaciones positivas con otras personas. Para inspirar confianza, necesitas:
- Mantenerte en contacto con las personas y sus necesidades e intereses
- Equilibrar la orientación a resultados con la implicación con los demás
- Generar cooperación
- Resolver conflictos
- Proporcionar un feedback honesto de forma útil
- Buen Juicio / Expertise: Para confiar en un profesional solemos fijarnos en que la persona conoce bien su trabajo. Así, vemos que es capaz de comprender los aspectos técnicos de su trabajo, y además, tiene una profunda experiencia. Esto significa que:
- Tienen buen juicio a la hora de tomar decisiones
- Los demás confían en sus ideas y opiniones
- Su conocimiento y expertise proporcionan una contribución importante en la consecución de resultados
- Pueden anticiparse y responder rápidamente a los problemas.
- Consistencia: Es la medida en que un profesional hace lo que debe y hace lo que dice que hará. Puntuamos normalmente más alto en confianza a un profesional cuando:
- Desempeña un modelo de rol y es un buen ejemplo
- Ejecuta lo que le corresponde hacer en su puesto de trabajo
- Hace honor a sus compromisos y mantiene las promesas
- Crea seguimiento de sus compromisos
- Tienen el interés de ir más allá de lo que “se debe hacer”
¿En cuál de estas claves necesitarías mejorar? ¿Sabes cómo te perciben los demás?
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Practicar deliberadamente y ser mejor en lo que haces cada día
Get Better at the Things You Do Every Day_ es uno de los grandes artículos que encontrarás en la web de Scott H. Young y en esta ocasión nos ilustra claramente en qué poner el foco si queremos aprender y practicar de verdad. Recuerda que las habilidades personales se pueden aprender. No es que vengamos de nacimiento con un nivel alto y adaptado a contextos de nuestras habilidades.
El aprendizaje es un continuo en diversos aspectos de nuestra vida: relaciones, trabajo, salud y significado en la vida. Este autor cuestiona la frase que seguro que habrás escuchado de: se necesitan 10.000 horas de práctica para convertirnos en experto en algo.
Cómo crear una práctica deliberada
El concepto que subraya Scott, es la PRACTICA DELIBERADA. Concepto que por otra parte me habrás escuchado en las recomendaciones relacionadas con el estudio. Y así es, no basta con tener muchas de práctica de algo, necesitas que tu práctica sea deliberada, intencionada. La práctica deliberada implica superar la automaticidad y las nuevas innovaciones para aumentar el rendimiento. Para ello tenemos 5 recomendaciones:
- Implícate en entornos retadores: Sí, aunque creas que algo lo controlas y dominas, busca siempre ponerlo en práctica en una situación diferente y retadora para ti.
- Cuenta con un coach: Un proceso de coaching es una clave central en el seguimiento de la práctica deliberada de una habilidad.
- Los nuevos avances vienen de la aplicación de nuevos métodos: las mejoras vienen del lado de dos factores: hacer lo mismo, pero mejor, y hacer algo diferente, para conseguir nuevos resultados. Sin probar nuevos métodos puede que te estanques y te vuelvas obsoleto
- Permanece en contacto con un grupo de práctica: aprovechar de la observación y análisis del aprendizaje de otros siempre te ayudará a mejorar y ampliar tu mente.
- Elige una cosa que puedas hacer mejor en cada intento: Evita mejorar todo a la vez en una situación concreta. Elige mejor un aspecto de esa habilidad en esa situación que puedas mejorar. Y así sucesivamente.
Y ahora, dime ¿qué habilidad vas a elegir para mejorar?. Y ¿en qué aspecto concreto vas a poner tu foco de atención para hacerlo mejor? Recuerda, no son las horas de práctica, es la práctica intencionada lo que hará que seas mejor en los aspectos que quieras desarrollar.
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Qué están practicando otros profesionales como tú
A continuación te hago un breve resumen de algunos de los objetivos que se han planteado líderes y profesionales como tú, y que ya están trabajando en ello con resultados visibles:
- Promocionar a otro puesto. En este caso, profesionales como tú están invirtiendo en desarrollar al máximo las habilidades del puesto actual. De esta forma pueden situarse en posición de ir atendiendo a nuevos retos y nuevas habilidades que van a necesitar en el puesto al cual quieren promocionar. Recordemos que sino no se te considera “una estrella” en tu puesto actual, será difícil que te tengan en cuenta para una promoción a un puesto superior.
- Recuperar confianza y claridad en el puesto con sus superiores. En este caso es clave identificar y analizar el feedback que te proporciona tus superior directa o indirectamente. Además, es clave que la persona prepare posibles conversaciones con su superior para aclarar diferencias en expectativas y acordar nuevos retos.
- Implementar un liderazgo con impacto en el equipo. Suele ser el caso de líderes jóvenes en empresas familiares o no. Pero que necesitan desligarse de la influencia de figuras anteriores de liderazgo y empezar a marcar su propio estilo. Es importante ayudar a la persona a definir qué líder quiere ser, qué necesita practicar para conseguirlo y cómo creará sus nuevos hábitos de liderazgo.
- Recuperar confianza de otros colaboradores. Analizar cómo se perdió la confianza y qué estilo de conducta está teniendo la persona es fundamental. A veces, sin darte cuenta puedes estar generando el impacto contrario al que deseas conseguir. Además en este objetivo, tendremos en cuenta los tres elementos clave de la confianza que hemos comentado anteriormente.
Nuevos retos para tu puesto de trabajo
- Mejorar capacidad de comunicación. Podríamos decir que la capacidad de comunicación es la herramienta clave de los líderes. Aunque lo cierto es, que es clave para todos independientemente del puesto. Así, este objetivo se convierte en clave para muchos profesionales. Desde un proceso de coaching puedes conseguir una reflexión guiada sobre tus capacidades y el aprendizaje de nuevas técnicas.
- Liderazgo Proactivo. Muchos profesionales están realizando un liderazgo más reactivo que proactivo. ¿Qué quiero decir con reactivo?, que ejecutan sus responsabilidades de liderazgo según sus colaboradores van teniendo determinadas necesidades o conflictos que resolver. Es una forma de estar ahí para tu equipo. Ahora bien, no desarrollarás todo el potencial de tu equipo, sino te ocupas de saber dónde quieres llevar a tu equipo y qué plan vas a poner en marcha para conseguirlo.
- Conversaciones de desempeño. En ocasiones a profesionales como tú les cuesta mantener determinadas conversaciones difíciles con sus colaboradores. Y más aún si se trata de realizar evaluaciones y reuniones sobre el desempeño. Desde un proceso de coaching estas personas adquieren las habilidades y metodologías clave para desempeñarse mejor. Y por supuesto, aplicando como en los casos comentados, una práctica deliberada en el día a día.
- Gestión Emocional. Sea en el puesto que sea, profesionales como tú, se dieron cuenta de que necesitaban una pequeña ayuda para implementar mejor su capacidad de gestionar emociones. Tanto de sí mismos como de sus colaboradores. En un momento tan especial, cambiante y necesitado de capacidad de adaptación y flexibilidad cognitiva como este la gestión emocional es clave. Ahora cuentan con estrategias para resolver sus conflictos emocionales y crear el mayor impacto emocional posible.
Conclusión
- Ocúpate de trabajar la confianza en ti mismo y en los demás: relaciones positivas, expertise y consistencia de tus actuaciones.
- Recuerda que no son las horas de práctica lo que harán de ti un mejor profesional, sino la práctica deliberada de tus habilidades buscando nuevos retos en cada aspecto de la habilidad que quieras desarrollar.
- Todos somos personas, independientemente del puesto de trabajo que tengamos y tienes derecho a ocuparte de tus objetivos. De tus objetivos y de las habilidades necesarias para alcanzarlos. Lo conseguirás mejor y con más calma y claridad si de vez en cuando consideras pedir ayuda.