Prevenir el estrés postraumático ante enfermedades

Prevenir el desgaste emocional y estrés postraumático es una de las grandes tareas psicológicas que tenemos en estos momentos. Ojalá que en unos meses cuando volvamos a leer este post, podamos acordarnos con tranquilidad y satisfacción de haber superado esta situación tan posiblemente traumática del COVID-19.

Habitualmente trabajo con el Estrés Postraumático y me preocupan mucho las personas que sufren este trastorno, por algún acontecimiento en su vida donde sintieron amenazada su integridad física o emocional. En estos momentos estamos viviendo una situación que puede ser muy traumática para todos. La sensación de no tener mucho control para evitar el COVID-19 y la vivencia de enfermos y fallecimientos cerca de nosotros. Especialmente vulnerables serán seguramente los profesionales de la salud, qué están lidiando con los estadios más complicados de los enfermos. Habitualmente ellos están preparados, pero este acontecimiento inesperado y abrumador puede superarles emocionalmente.

Tan importante como tomar medidas preventivas y con rapidez para que no avance la enfermedad, es tomar medidas psicológicas para prevenir el posible desgaste emocional traumático que de esta situación se puede derivar.

Empecemos hoy a revisar que significa el Trastorno de Estrés Postraumático, por qué puede ocurrir y veamos qué podemos hacer para prevenirlo en la medida de lo posible.

Prevenir el estrés postraumático ante enfermedades

Atendiendo a autores como Stanley Block y Carolyn Bryant Block, un trauma es un acontecimiento súbito e intenso de naturaleza física o emocional que daña a la persona que lo experimenta. Así experiencias como:

– Médicos que tengan que afrontar situaciones críticas e inesperadas ante el COVID-19
– Personas que sufran la enfermedad
– O bien, que la sufran sus familiares
– La muerte inesperada de un familiar o ser querido

Todas ellas pueden ser vivencias traumáticas para todo el mundo. No todas las personas experimentaremos la enfermedad como traumática, pero algunos sí. Un trauma puede deberse tanto a un evento aislado como a una secuencia de eventos.

Los síntomas de estrés experimentados ante enfermedades inesperadas y críticas pueden variar entre personas. Aparecerán cuando el estresor haya superado nuestros recursos físicos y emocionales. Los síntomas del Estrés Postraumático aparecerán al menos 1 mes después. Y generarán problemas en el ámbito laboral, relacional y en otras áreas de la vida de una persona.

Síntomas de Estrés Postraumático

 En cuanto al tipo de acontecimientos, puede darse: 

  • Exposición directa al peligro
  • – Ser testigo
  • La experiencia negativa e inesperada afecta a familiares y/o amigos 
  • Presencia de uno más de los síntomas de intrusión asociados al suceso traumático:
  • Recuerdos angustiosos recurrentes
  • Sueños angustiosos recurrentes
  • Reacciones disociativas (actuar como si se repitiera el suceso traumático)
  • Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a situaciones externas o factores internos que simbolizan o se parecen al evento traumático
  • Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan o se parecen al evento traumático
  • Evitación persistente de estímulos asociados al suceso traumático
  • Dificultades para conciliar o mantener el sueño
  • Irritabilidad o ataques de ira
  • Dificultades para concentrarse
  • Hipervigilancia
  • Respuestas exageradas de sobresalto

 Entonces, es importante que las empresas, personas y los propios profesionales de la salud puedan estar vigilantes al desarrollo de estos síntomas cuando se haya superado esta situación inesperada de emergencia sanitaria. Trabajar sobre nuestras emociones y cómo estamos viviendo esta situación podrá evitar que desarrollemos Estrés Postraumático.  Vemos, no obstante, por orden cómo nos puede influir o no el desarrollo del Estrés Postraumático:

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Factores que pueden influir antes del Evento Traumático

Según los autores Mary Beth Williams y Soili Pouijula especialistas en TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático) hay factores antes, durante y después que pueden influir en desarrollar este tipo de estrés.

Centrémonos en las características de una persona antes del evento traumático. Es decir, cuáles son algunos de los factores que pueden influir en cómo una persona reaccionará ante el evento traumático:

  • Experiencias previas en situaciones traumáticas
  • Estados de depresión o ansiedad anterior
  • Estrategias poco efectivas de afrontamiento
  • Inestabilidad familiar o historia familiar con enfermedades, experiencias de separación, problemas económicos o de violencia
  • Abuso de sustancias químicas
  • Problemas con la autoridad
  • Ausencia de apoyo social en situaciones difíciles
  • Excesivas experiencias de pérdida

Factores que pueden influir durante el Evento Traumático

Veamos ahora qué factores pueden influir en la posibilidad de desarrollar TEPT durante el evento traumático.

  • Cercanía geográfica al evento traumático
  • Nivel de exposición al evento traumático
  • Disponer de pocas figuras de protección en la vida de uno
  • Presencia de amenaza para la vida de uno mismo
  • Ser testigo de fallecimientos
  • Ser joven al vivir la experiencia traumática
  • Duración del trauma
  • Experimentar sensaciones disociativas durante el trauma
  • Trabajar en una profesión que está repetidamente expuesta al trauma
  • Ser víctima del suceso traumático
  • No disponer de recursos psicológicos que te permitan aplicar tu capacidad de resiliencia

Factores que pueden influir después del Evento Traumático

Veamos ahora qué factores pueden influir en la posibilidad de desarrollar TEPT después del evento traumático.

  • No disponer de apoyo social.
  • Tener baja autoestima.
  • No tener la posibilidad de actuar de alguna forma sobre lo que ocurrió.
  • Ser incapaz de encontrar un significado a todo el sufrimiento que ocurrió en el evento traumático.
  • Haber desarrollado estrés agudo durante el evento traumático .
  • Desarrollar reacciones de estrés inmediatas durante o inmediatamente después del evento traumático.

Reacciones a las que prestar atención durante la exposición traumática del evento

Bien, llegados a este punto. Espero que puedas haber identificado si estás en alguna de las casuísticas comentadas anteriormente para poder cuidarte y estar atento al desarrollo del TEPT.

Puede ser de gran ayuda prestar atención ahora a posibles reacciones que puedes experimentar durante este evento traumático. Insistimos que no todo el mundo desarrollará TEPT, pero cuidarse para prevenir te ayudará. Evitarás el agotamiento emocional, y potenciarás la “digestión emocional”, de todo lo que te está ocurriendo a ti y a los de tu alrededor.

Presta atención a estas reacciones que puedes experimentar

Veamos, reacciones a las que prestar atención, sobre todo si eres profesional de la salud y estás en primera línea o si tienes de cerca personas con esta enfermedad repentina y grave:

  • Recuerdos repetidos, molestos y no deseados de la experiencia estresante. Por ejemplo, al final del día o de tu turno de trabajo.
  • Sueños que te causan miedo o inquietud sobre el evento traumático
  • Sentir que la experiencia traumática se repite aunque no la estés viviendo realmente en ese momento. Por ejemplo, sentir que vuelven a llamarte para una emergencia o noticia negativa.
  • Sentirte muy desconcertado con algo que recuerdas de la experiencia traumática. Por ejemplo, en momentos de descanso, recordar un incidente intensamente negativo relacionado con la experiencia traumática.
  • Tener síntomas físicos como taquicardia, sensación de ahogo o sudoración cuando algo te recuerda a esa situación concreta de la experiencia traumática.
  • Tratas de evitar pensamientos o sentimientos relacionados con la experiencia traumática.
  • Evitas conversaciones, actividades, personas o lugares que te recuerdan a experiencia traumática.
  • Tienes intensos pensamientos negativos sobre ti mismo, otras personas o sobre el mundo en general.
  • Te culpas a ti o a otros de la experiencia traumática.
  • Sentimiento de miedo o culpa.
  • Pérdida de interés en actividades cotidianas.
  • Sentimiento de distancia con respecto a los demás.
  • Dificultad para sentir emociones positivas.
  • Comportamiento irritable o agresivo.
  • Te sientes en estado de alerta permanente.
  • Dificultad para concentrarte.
  • Dificultad para conciliar o mantener el sueño.

La importancia de recordar las experiencias traumáticas

Una de las tareas que más cuesta a las personas que han vivido una experiencia traumática cuando trabajan con un psicólogo, es recordar. El instinto de evitar es bastante fuerte, pero es de las mejores terapias. Recordar en un entorno seguro, te permite reducir el miedo asociado a la experiencia traumática. ¿En serio?. Sí. Las situaciones críticas, importantes e inesperadas necesitan procesarse ya que sino, las emociones se “embotellan” y causan mayores reacciones psicológicas posteriormente.

Así, si estás viviendo ahora cualquier situación traumática para ti o para tus seres queridos, recuerda. Tómate un rato para recordar justo aquello de lo que te quieres olvidar. Hazlo en un entorno seguro para ti, fuera de la situación.

  • Comparte con alguien de confianza qué vivencias has tenido y cómo te sientes
  • Lleva un diario explicando cómo te sientes, qué te enfada, qué te hace sentir triste, qué es lo que más te ha impactado.
  • Trata de comprender recordando por qué has actuado como lo has hecho
  • Las situaciones traumáticas te ofrecen poco control sobre su desarrollo. Recuerda lo que has vivido para recuperar el control de tus pensamientos, emociones y actuaciones.
  • Recuerda quién eres, qué te caracteriza como persona, como profesional… Qué es lo mejor de ti.
  • Reflexiona sobre tus valores y cómo pueden ayudarte al recordar en la propia experiencia traumática si tienes que afrontarla de nuevo.
  • Trata de identificar las demandas que te estás haciendo a ti mismo, que pueden ser razonables o no, incluso tóxicas o saludables.
  • Cuenta con la ayuda de un profesional de psicología con el que te puedas sentir seguro. Estamos preparados psicológicamente para acompañarte. Puedes evitar así, “cargar y preocupar” a tus seres queridos con lo que estás viviendo.

La importancia de estar presente en el momento actual

Aunque puedas sentir el impulso de lo contrario, “estar presente” es esencial para tu salud emocional. Evita distanciarte, reprimir tus emociones, o actuar como “autómata” en la situación traumática. Esto evitará que las emociones y las imágenes del trauma sean digeridas por tu cerebro. Esto te permitirá regular las emociones ante las dificultades. Regular significa que vas a poner los medios para sentir la emoción pero mantenerla a un nivel que te permita afrontar la situación de la mejor manera posible. Aquí la inteligencia emocional será clave también.

  • Busca momentos para conectar con tus emociones.
  • Respira profundamente ante esa situación difícil.
  • Haz un plan para el día y compártelo con otras personas de confianza.
  • Trata de realizar las actividades más cotidianas y automáticas de una forma diferente para aumentar la consciencia sobre ellas.
  • Pide ayuda para promover tu conexión con otras personas.
  • Reflexiona en la mayor cantidad de momentos sobre cómo estás aquí y ahora.
  • Reconoce a cada momento aquello que haces de lo que te sientes orgulloso de ti mismo.

La importancia de la reflexión emocional

Busca un momento para practicar:

  • La tolerancia o la reducción de la intensidad de los sentimientos más dolorosos para ti.
  • Reconoce el posible hábito de auto-culparte y afróntalo.
  • Mantente conectado a las personas que están más presentes.
  • Aprende a estar solo sin sentirte solo.
  • Difumina, desdibuja, aligera tu sentimiento de confusión o contrariedad.
  • Establece límites físicos y emocionales para afrontar la situación.
  • Proporciona apoyo a otros y busca apoyo de otras personas.
  • Toma la iniciativa en aquello que dependa de ti.
  • Desarrolla la compasión hacia ti mismo y hacia otros.
  • No olvides el sentido del humor.
  • Concéntrate en lo importante.
  • Crea un compromiso contigo mismo para mejorar en cómo te cuidas emocionalmente.
  • Sé proactivo en aquello que puedas serlo.


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Conclusiones

 Presta atención a si por tu profesión o circunstancia familiar estás expuesto al suceso traumático.

  • Ten presentes los síntomas del TEPT que puedes llegar a desarrollar.
  • Tu trayectoria psicológica antes del trauma, tu forma de afrontarlo durante y después serán la clave. Préstate atención.
  • Reflexiona sobre tus reacciones psicológicas.
  • Usa el recuerdo como forma de afrontamiento psicológico.
  • Permanece presente lo máximo posible en tu vida.
  • Practica la reflexión emocional.
Antes situaciones traumáticas cuídate.
Sé consciente de tus emociones, tus miedos y tus necesidades emocionales.
Pide ayuda.

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