Imagino que estarás de vacaciones o a punto de disfrutarlas. En cualquier caso, hoy me apetecía hacerlo sencillo. 6 ideas que puedes aplicar a tu equipo, a ti mismo o a otros.
Siempre hay un ratito, o al menos mereces tenerlo, para reflexionar… No para tener pensamientos en bucle, sobre cosas que pensaste, dijiste, hiciste o reaccionaste, o incluso que no dijiste, etc. Hoy te traigo 6 ideas, 6 frases que puede que en tu día a día, o en tu vuelta… te puedan servir. Ojalá que en tus momentos de reflexión en soledad, puedas dedicarte unos minutos para ti. Super importante que te apliques la comprensión, compasión y cariño, que estoy segura que practicas con los demás.
Recuerda que los tiempos libres son esenciales para recargar las energías, la mente y las emociones. Esto es lo que nos permite estar más preparados para afrontar todo aquello que pueda surgir en los instantes siguientes.
El impacto de las conversaciones
Sí, ¿por qué no aprender a tener un enfoque más apreciativo en las empresas, en las aulas, en la familia, con tus amigos, o contigo mismo?. Si además, ese enfoque apreciativo, lo aplicas al lenguaje y a las conversaciones que generas, será genial. Tendrás mayor garantía de que percibirán que eres una persona de la que se puede aprender. Y eso, en general, a todos nos gusta.
Toda organización, equipo, persona tiene algo que funciona, que sabe hacer bien. Sí, incluso esas personas de las que recibimos algunos comportamientos tóxicos. Recuerda, muchas veces no podremos cambiar las situaciones o las personas, pero poner el foco en lo sí funciona, sí tiene valor, o sí se hace bien, favorecerá tu inteligencia emocional.
Refresca esa capacidad que puedes tener relacionada con aplicar una mirada más apreciativa, más constructiva sobre lo que te rodea. Porque allí donde pones tu foco, es la mirada con la que conversas. Tanto contigo mismo, como con los demás.
Este hábito crea tu realidad. ¿Cómo quieres que sea la realidad desde donde vives?. ¿Qué quieres descubrir que habitualmente no ves en tu mundo interior y exterior?. Aprende a cuestionar, no boicotear. Cuestionar, hacer preguntas para comprender, aprender, descubrir, saborear, reflexionar, sentir…
Los cambios más importantes ocurren con una buena pregunta. Formulada a ti mismo o a los demás. Creada para aprender, seguir adelante, crecer y restaurar. ¿Qué preguntas te haces habitualmente?. ¿Te ayudan o te bloquean?. Elige que realidad quieres crear para ti o para los demás.
La importancia de regular tus emociones
En momentos de descanso, aunque nos centremos en disfrutar y hacer todo aquello que no hemos podido con antelación, es importante mirar un poco atrás. Quizá te resulte inevitable. Aquí lo importante, es cómo quieres mirar atrás. A este último “año escolar”. ¿Cómo ha ido?. Y ¿Cómo te has sentido?. ¿Qué has aprendido?. Y ¿qué hubieras cambiado?. No es momento de reproches, ni arrepentimientos. Lo afrontaste como pudiste, supiste o quisiste en ese momento. Ese momento ya ha pasado. Es posible que ahora te sientas diferente y desde esa nueva perspectiva emocional, veas las vivencias distintas. Eso es bueno, es la ventaja de la reflexión posterior. Esa reflexión que nos permite aprender y cambiar.
Para los próximos meses, etapa, retos, situaciones, tómate un momento para mirar atrás. ¿Qué quieres dejar allí?. Reflexiona, ¿qué quieres llevarte?. Por muy difícil que fuera lo que viviste, haz la reflexión. Las personas que mejor afrontan el futuro son las que amplían su “maleta de recursos” llevándose de su pasado los aprendizajes que más valor tienen.
Da igual, si otras personas no lo vieron, entendieron o vivieron como tú. Tu realidad en el momento que ocurrió, fue la que fue. Para otros, quizá fuera distinta. Cada uno crea su realidad porque sentimos las experiencias desde enfoques, miedos, y esperanzas distintas. Respeta tu realidad y la de los demás.
Sin embargo, llévate lo mejor de tu pasado a tu presente y futuro inmediato. ¿Qué es lo mejor de lo que aprendiste que quieres llevarte contigo y no olvidar?.
Reflexión final
Sin la consciencia e integración de nuestro pasado con el presente, será difícil que te conviertas en una persona con recursos personales y emocionales. Respeta, comprende y aprovecha tu pasado. Conviértelo en un bagaje apreciativo que te permite conversar de manera más amable y sabia, contigo mismo, y con los demás.
Maite Finch