Este mensaje, y otros similares, han sido mi mejor regalo este año 😊. Gracias por lo compartido. Este mensaje escrito en mi WhatsApp y otros verbalizados en las sesiones, o en una conversación telefónica, en la que dibujas perfectamente, la sonrisa del cliente, es lo mejor.
“Este año ha sido mejor de lo que debería haber sido y tienes mucha culpa, Maite”
“Ostras, has conseguido abrirme en canal y sostener con cariño todo lo que se ha desbordado”.
“Vaya creí que con mis decisiones y forma de actuar estaba siendo yo, y era todo lo contrario. Ahora sí, que he encontrado mi esencia de nuevo”.
“Tengo presente siempre tus palabras de -háztelo fácil- y no me voy a meter más presión de la que ya la situación tiene de por sí. “
Estas palabras resumen aproximadamente lo que diversas personas han sentido, dónde han llegado, o cómo están transitando las dificultades con las que se presentaba su vida en determinados momentos del año. Y la clave más importante es que ¡sonríen!.
¡Gracias! por la decisión que tomasteis un día de “levantar la mano” y preguntar si os podría acompañar a atravesar esos momentos difíciles, sin tanto sufrimiento. Con mayor claridad. Usando mejores estrategias psicológicas. Con mayor confianza en lo que queréis, y en lo que no queréis. A los que ya están ahí, y a los que están en el camino, ¡felicidades! 😀.
Os cuento hoy, y para terminar el año, estas mismas sensaciones, desde dónde empezaron su camino. Estas personas empezaron con otras sensaciones muy distintas. Os cuento algunas de ellas.
No voy a poder hacerlo, ni superar todo esto nunca
Esta declaración demoledora y otras similares marcan algunas veces el inicio de las sesiones de coaching. El/la cliente se siente absolutamente abrumad@, y la sensación de que su mundo no tiene salida, es realmente intensa.
Ante todo, crear un espacio sereno y de compromiso para conversar es esencial. Y parte del trabajo recoge fases como:
Acoger el desbordamiento emocional. Fragmentar lo que ocurre. Despejar interpretaciones tóxicas y tramposas. Quitar el ruido. Bajar el volumen interno. Ayudar a un diálogo interno sano.
Cuestionar para descubrir. Guiar la reflexion hacia otras perspectivas. Quitar el peso de lo correcto o incorrecto. Dejar la culpa a un lado. Ayudar a asumir micro responsabilidades en cada pequeño paso de la situación por la que camina el cliente. Seguir descubriéndose a cada paso, porque cada paso cambia la configuración de la situación.
Muchas veces uso el ejemplo de un caleidoscopio. El cerebro se bloquea porque en un punto determinado de la situación ya “has ido y has vuelto” 37 veces. Entras en bucle tratando de solucionar o escapar de la situación, con la información y emociones de ese momento concreto. Evidentemente “no hay salida”.
La importancia de no saltarse los pasos emocionales y mentales para afrontar la situación. A cada paso nuevo dado, el caleidoscopio cambia, y tendrás nueva información y nuevas emociones que te permitirán dar el siguiente paso. Y así sucesivamente… hasta que lo consigues y te encuentras a ti mismo más calmad@, más segur@. Y lo superas.
Y entonces sientes que: Este año ha sido mejor de lo que esperaba.
Ya he trabajado en otras terapias, hago mindfulness, y todavía sigo sin sentirme mejor
Cuando el alumno está preparado, el maestro aparece.
Lao Tzu.
No puedo enseñarles nada, solo puedo hacerles pensar.
Sócrátes.
Me gustan mucho estas dos ideas.
Y es quizá lo más difícil en el aprendizaje, cambio, y evolución de las personas. Y es que, quizá en el momento que me encontré con estos clientes, que venían con esta idea, “alumno y maestro” pudieron aparecer. (Aunque alumno y maestro no sean exactamente las palabras que describen la relación psicólogo coach – cliente / coachee, pero para entendernos).
A veces, hay enfoques que encajan más con un cliente que con otro. O en un momento vital que otro. Pero cuando un enfoque te encaja es que estás listo para sacarle el máximo partido y seguir avanzando para sentirte mejor.
En ese momento, estás preparad@. No para que te enseñen nada. Si no para descubrir. Trabajo desde la profunda convicción, que la sabiduría que necesitas está en tu interior. Y trato de acercarme a Sócrates para facilitarte el poder, pensar lo que sientes, y sentir lo que piensas.
Desde ahí la persona avanza.
No obstante, es bastante frecuente, esta situación. Y aprovechar lo que ya ha trabajado el/la cliente es fundamental. Posiblemente, le demos otro orden, conexión, interiorización, facilitemos sentirlo desde otra emoción. En cada persona, la palanca de cambio es diferente. Descubrirlo juntos en una conversación de coaching es el reto. Y es super importante darnos permiso mutuo para, entre otros retos: Reflexionar desde la serenidad lo aprendido hasta el momento. Identificar tus propios frenos. Explorar posibilidades. Identificar que estás dispuest@ a asumir y qué no, y a qué velocidad de aprendizaje. Explorar “enganches emocionales”, ver por qué se mantienen, y valorar desde qué otras emociones quieres vivir.
Y entonces puedas sentir que: Este año ha sido mejor de lo que esperaba.
No entiendo por qué he tenido esta enorme crisis de ansiedad, y no sé como evitar que me vuelva a ocurrir
Sencillamente porque tu cuerpo es muy inteligente 😉. En serio, aprender a mirar las emociones más difíciles no como algo patológico que te ha tocado vivir, es fundamental. El foco saludable a aprender es mirar incluso un ataque de ansiedad, como algo que tiene toda su explicación desde la relación, cuerpo-mente-emociones.
El ser humano tiene sus propio mecanismos de aprendizaje y no hay un solo caso de crisis de ansiedad que no tenga su razón de ser. Emociones situadas en un segundo plano. Avisos corporales a los que no prestas atención. Vivencias a las que no quieres volver ni siquiera a pensar y se han quedado atrapadas en tu cuerpo sin ser procesadas emocionalmente. Heridas no atendidas. Cambios en tu vida que estás a punto de experimentar y haces como si no fueran trascendentes para ti…
Las crisis son un aviso, inteligente, pero mordaz, de nuestro ser para que puedas cambiar, mejorar, interiorizar todo lo que vas a necesitar en la nueva etapa que sí o sí seguramente tengas que entrar. Entender la crisis y asumir lo que te has dejado pendiente será el foco de nuestro trabajo. Y de cara al futuro, que te puedas escuchar más y con mejor éxito, y que puedas ir tomando decisiones, para que tu cuerpo no tenga que “gritar” con tanta intensidad, para ser escuchado.
Y llegue para ti la sensación de: Este año ha sido mejor de lo que esperaba.
Desde luego este feedback que he recibido de mis superiores, no es el impacto que yo quiero tener en mi equipo
Así empecé este año con algunos de mis clientes directivos e incluso mandos intermedios. En algún momento pudieron recibir un valioso y comprometido feedback de desempeño, que les brindó la oportunidad de desarrollar mejor el impacto con su equipo. Así empresa, participante y una servidora comenzamos un proceso de coaching con el compromiso de todos.
¡Genial!, cuando un directivo (con lo que ello supone a nivel de roles y expectativas) viene a las sesiones con información clara sobre:
- El impacto que le generó la sesión anterior.
- Los cambios o ajustes que ha podido hacer.
- El impacto que ha tenido en su equipo y los beneficios que percibe de su aprendizaje.
- Lo que reconoce que todavía se le resiste.
- Y ya el nivel más alto; cuando ha pensado de forma diferente y viene a traerte la posibilidad de cuestionarse otros hábitos que ahora ha entendido que quizá no tienen tantas ventajas.
- Y además, sus superiores le proporcionan un feedback positivo del cambio que ya están percibiendo.
Estos son los mejores indicadores de que el directivo implicado en este proceso de coaching, ha asumido la responsabilidad y está interiorizando cómo mejorar. No porque lo estuviera haciendo mal. Sí, porque había un “gap” entre cómo interactuaba con su equipo , y lo que el equipo, estaba leyendo de su responsable.
Estrategias psicológicas clave que serán un reto para ti seguramente en 2026
Para que te puedas familiarizar con algunas de las estrategias psicológicas clave que otras personas ya empezaron a aprender, y que quizá puedan serte de utilidad en 2026, voy a hacer un resumen. Recuerda, tú decides qué, cuándo y cómo. Si sobre todo sientes que “algo no va”, que ya estás cansad@, que no acabas de lograr “algo” o que quieres simplemente hacértelo fácil y seguir creciendo…. Levanta la mano para preguntar cuando quieras. Cuando tú decidas que te apetece que te acompañe, aquí estoy. Ojalá que estas notas, y otras en otros artículos, puedan despertar algo que te haga dar un pequeño pero valioso paso. ¡Feliz 2026!
- Inteligencia Conversacional
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- Gestión Relacional
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- Inteligencia emocional
- Toma de decisiones
¿Y tú quieres hacer que 2026 sea mejor de lo que crees que va a ser en un tema, área, relación o situación concreta?