En tu equilibrio emocional está la virtud
Quizá podrías pensar, ¡qué difícil es encontrar esa virtud de equilibrio!. Como últimamente estoy comentando mucho a alumnos y clientes, centrémonos. ¡Es difícil aquello sobre lo que no se tiene práctica! 😉
Seguro que has escuchado también la clave: “lo importante es enfadarse en el grado adecuado, con la persona adecuada en el momento adecuado”.
La verdad es que resume bastante bien, si quieres, la dificultad (por falta de práctica), de la Inteligencia Emocional.
Tanto clientes en las sesiones de coaching, como los alumnos en mis sesiones de formación, coinciden en algo. Frecuentemente escucho:
- “Ah, pero yo no me paro a ver cómo me siento, solo sé que siento”.
- “Para eso hace falta mucha consciencia sobre ti mism@“.
- ¡Uf, para eso hace falta tiempo que no tengo!
😜 Pues efectivamente. Tenemos aquí los primeros pasos para hacer de tu Inteligencia Emocional y Equilibrio, tu virtud.
Ser consciente de lo que piensas y de lo que sientes
Es curioso, como en lo laboral o en otros temas, todo el mundo reconoce que para resolver un problema, primero necesitamos darnos cuenta de que existe un problema. Creo que no hacemos así con nuestra salud emocional. A veces, ha personas que van por el mundo con cierta inercia emocional y van reaccionando según viven sus experiencias. A veces, sale mejor, otras no tanto, y les acompaña cierto desgaste emocional.
Parar, detenerse, respirar, observarse por dentro. Estoy segura de que tienes tiempo para ver cómo ayudas a un familiar o amigo. Tienes tiempo también para pensar en ese problema del trabajo y cómo lo resolverás. ¿Qué te impide tener tiempo para observarte?. De vez en cuando y en tiempo real. Esas son las demandas de la Inteligencia Emocional. Para hacer de tu equilibrio emocional una virtud, necesitas incluir como prioridad en tu vida la Inteligencia Emocional. Así la practicarás, y desarrollarás ese hábito.
Sino te paras, será muy difícil ser consciente. En los casos en los que no se es consciente de uno mismo, resulta muy difícil regular la intensidad de la emoción. Sin encontrar una intensidad adecuada de la emoción, será complicado que descubras qué mensaje tiene para ti esa emoción.
¿De verdad estás practicando el “no tener tiempo para ti”?
Valora si tu emoción tiene demasiada intensidad
Ten en cuenta estas claves.
También podría ocurrir que estuvieras al mínimo de alguna de las emociones básicas: alegría, tristeza, enfado, miedo y asco/rechazo. En cuyo caso tendríamos un bloqueo para sentir que también puede hacer que tus actuaciones no sean adecuadas a la situación que necesitas afrontar. En este caso también saber regular a una intensidad más adecuada es importante.
Aprender a Regular la Intensidad de las Emociones
Otra cosa que estoy descubriendo mucho en las sesiones de formación y coaching, es que pocos se paran también a identificar qué les hace sentir mejor. Y esta es la clave para regular la intensidad. Saber proactivamente provocarte bienestar es fundamental para ti. ¿Qué te calma?. ¿Cómo puedes aunque sea difícil en ese momento, esbozar una sonrisa?. ¿Qué te ayuda a reducir el nivel de enfado y así poder ver la situación desde más perspectivas sin olvidar la tuya?. ¿Cuáles son las acciones, actividades y espacios que te permiten ir a un nivel más introspectivo?.
Dale una vuelta. Parte clave de la Inteligencia Emocional es usar con intencionalidad todo lo que sabes que te hace sentir un poco mejor. Así podrás ocuparte de tener menor desgaste emocional y descubrir qué necesitas.
Desde una intensidad emocional adecuada puedes aprovecharte de la sabiduría de las emociones
En estado emocional intenso, nuestras capacidades cognitivas y reflexivas se ven bastante anuladas con la finalidad de mantener nuestro estado de alerta. Así que tu objetivo es bajar la intensidad. No necesitas negar la emoción o ser una “manguera emocional” con lo que sientes que destruya todo a tu paso o a ti mismo.
Regula, restablece unos niveles más adecuados de la emoción que estás sintiendo y entonces, tus capacidades cognitivas, tus valores, tu experiencia te ayudará con el mensaje clave de la emoción.
¿Cuánta práctica tienes en adecuar la intensidad emocional a un buen grado?
Recuerda, en tu EQUILIBRIO EMOCIONAL está la VIRTUD.