Aplica nuevos enfoques para nuevos hábitos

Agradecida de tenerte por aquí un año más. Atrás quedaron seguramente para ti, muchos esfuerzos, retos, alegrías y seguramente, alguna que otra emoción difícil.

Ante el nuevo año, es importante e inevitable visualizar qué y cómo queremos vivir este nuevo año. Adelante, tendrás imprevistos seguro, pero eso no debe alejarte de lo que quieres conseguir, sentir y vivir. 

Hoy me gustaría hacer una reflexión sobre los nuevos propósitos y hábitos que todos tendemos a plantearnos cuando empieza un nuevo año. Seguramente lo habrás hecho otros años. Y me gustaría que este año te descargaras de la ansiedad o frustración que conllevan a veces los nuevos propósitos. Te dejo algunas indicaciones por si pueden ser de utilidad. 

Evita la ansiedad de cuadricular todo

  • Si te sirve y encaja con tu agenda de vida, está genial el sistema de “lunes, miércoles y viernes a tal hora… haré deporte (o lo que sea)”. Adelante. Añadiré que aceptes que si se te descuadra por algún imprevisto, nada, no te agobies, lo importante es seguir adelante en tu próxima cita con esa actividad.
  • En el caso de que como a mí, tu agenda varíe constantemente, la clave está en marcarte esa actividad como una prioridad en tu vida, y adaptar su realización según la semana y el día. Ten en mente siempre, vale hoy o esta semana, “¿cuál es el mejor momento para hacer esa actividad importante para mí? “. Y simplemente hazlo, en cuanto encuentres ese mejor hueco. Da igual, si una semana haces más o menos, lo importante es mantenerlo a lo largo de los meses. No te estreses sino cumples. Deja de ponerte estándares “cuadriculados” en la cabeza. Solo sigue. En los hábitos lo importante es la continuidad. 
  • Personalmente he conseguido muchos más retos así, que tratando de “cuadricular” horarios que sabía que no podría cumplir. ¿Lo pruebas?
  • Recuerda que la famosa “procrastinación” no tiene nada que ver con tu fuerza de voluntad ni con tu constancia”. La procrastinación tiene que ver con la gestión de tus emociones. La clave está en aprender a gestionar las emociones que te avisan de que como es un hábito que todavía no tienes integrado, el cerebro busca la vía rápida a la comodidad. ¿Cómo harás para gestionar la incomodidad y la búsqueda de la satisfacción que no es inmediata?

Arriésgate a ser amable contigo a ver qué pasa…

  • ¿Recuerdas este año pasado haber entrado en “pensamiento bucle” muchas veces?. Situaciones que no salieron como tú esperabas, ¿te provocaron pensamientos de desasosiego?. ¿Qué conseguiste al final?
  • ¿Y si pruebas a hacerlo diferente este año?. ¿Qué ocurriría si te trataras con más amabilidad a partir de ahora?.
  • Si te equivocas, recuerda es parte del aprendizaje. Sé compasiv@ contigo y sigue adelante. Aprende de la experiencia y no le des más importancia. Tienes experiencia suficiente como para haberte dado cuenta que tratarse con dureza aún te bloquea más.
  • En caso de que avances en tus retos y sientas que una “voz enjuiciadora” te acompaña todo el rato, cuestiónate. ¿De qué me protege/avisa, este juicio?. ¿Cuál es la mejor forma de abordarlo y aprovecharlo?
  • La persona que más horas va a estar contigo a partir de ahora, eres tú, contigo mism@. ¿Qué decisiones tomarás para ser una buena compañía para ti mism@?.
  • Ser amable y compasiv@ con uno mismo, no es debilidad, es fortaleza. Hace falta mucha valentía para cuidarse en los momentos y emociones más difíciles. Cuando todo va bien, y te sientes bien, es fácil cuidarse y tratarse con amabilidad. Ese es tu reto, ¿aceptas?

Acepta todas las emociones que vienen 

  • Lo repetiré cuantas veces haga falta hasta que lo interioricemos. Las emociones son tus aliadas. Tu mejor herramienta para conocerte, comprenderte y tomar decisiones. Sea lo que sea lo que sientes, por feo o inconveniente que te parezca, es legítimo.  
  • Tus emociones son un gran sistema que te orienta para decirte qué te importa y lo que necesites. Comprométete a partir de ahora a escuchar tus emociones. Acostúmbrate a observarlas, a ver qué hay debajo. 
  • En caso de que te cueste o no tengas práctica, o incluso te asusten, pide ayuda a un profesional. Desde la psicología coaching se proporcionan herramientas para llevarte mejor con tus emociones, creando nuevos hábitos saludables que te acompañen de por vida.
  • Recordarte también, que evitarlas viviendo con inercia, o negarlas, aumentará sin duda tu malestar. Así que empieza de nuevo. Crea un nuevo hábito de exploración de tus propias emociones. 
  • Y para ello, incluye en tu nueva agenda de vida, tiempo y espacio para hablarte amablemente, y conversar contigo para descubrir, y tomar decisiones. 

Los nuevos retos han de incomodar un poco; asúmelo como hábito.

  • Te aviso ya ;-). Habrá situaciones que tienes por delante que te van a hacer sentir incómod@. Sé que lo sabes. Lo que no sé si sabes y has sumido, es que es la mejor garantía para conseguirlo y hacerlo bien.
  • Sí, esa incomodidad que conllevan los nuevos retos, es el mecanismo que tiene el cerebro para avisarte de qué necesitas abordarlo de forma diferente a cómo sueles manejarte en otras situaciones. 
  • En caso de que, “tu cerebro se haya viciado”, y la incomodidad se torne ansiedad habitualmente, busca aprender cómo regular la intensidad.
  • Un grado adecuado de incomodidad de ayudará. En caso de tener poca práctica en regular emociones, ya sabes cual es tu reto de ahora en adelante.
  • Ten en cuenta que los retos construyen autoestima. Muchas personas creen que una buena autoestima, se tiene o no se tiene. No es así. La autoestima se construye día a día.
  • Interiorizar el hábito intencionado de implicarse en el grado adecuado de reto que te permita crecer es la clave. ¿Cuál es el grado adecuado de reto para ti en esa situación que te preocupa?. Defínelo claramente, fragméntalo, prepárate, aprende lo que sea necesario y cuenta también con lo que mejor sabes hacer. 

A partir de ahora sé optimista de manera activa

  • Estoy segura que lo que tienes por delante serán muchas vivencias buenas, y la clave está en que en algún momento decidirás ser un@ optimista activ@. ¿A qué si?.
  • Espera lo mejor, porque te lo mereces igual que todos, y además trabaja para que ocurra, y provócalo, suéñalo, organízalo para acercarte lo máximo posible a esa situación ideal para ti. 
  • Sé activo, no te pares, levántate otra vez. No existe el fracaso salvo cuando dejas de intentarlo. Y en cada intento añades algo nuevo, algo diferente. No solo se trata de perseverar, sino de perseverar de forma diferente en cada intento. “No luches contra la pared. Intenta nuevas formas de aliarte con la pared”. 
  • Recordarte aquí también, la importancia de gestionar y regular tus emociones para poder ser optimista de manera activa. Tus emociones serán tus aliadas o te  bloquearán. ¿Qué vas a decidir?.
  • Otro hábito importante aquí es centrarte en lo que está bajo tu capacidad de acción. Puedes ser todo lo optimista que quieras, pero si estás poniendo el foco en que otros cambien o que la situación sea diferente, tu optimismo te agotará. Define bien sobre qué vas a ser activamente optimista. 
  • Y acepta. Habrá situaciones en las que ni el más alto optimismo podrá cambiar ciertas cosas. Deja de darte con una pared sobre la que no tienes capacidad de actuación. Aceptar es integrar en tus planes que existe esa pared.

Reflexión 

Si puedes ahora mismo que estás leyendo este post, y que te lo agradezco un montón, párate un momento a decidir o grabar en tu mente tu propia reflexión. ¿Sobre qué te vas a enfocar a partir de ahora?

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