Tus necesidades emocionales te acompañan en cualquier ámbito de la vida: personal, social, laboral y familiar. Ser consciente de por qué te sientes cómo te sientes, desde la calma, suele ayudar a tomar decisiones sobre uno mismo, para “hacer por sentirte más feliz y satisfecho”.
La verdad, es que si algo está destacando en mi trabajo en las sesiones de coaching, de final del año pasado, y principios de este, es cuidarse. Puede parecer fácil, pero me refiero a cuidarse cuando las circunstancias son difíciles, inciertas o adversas.
Escucho con una frecuencia demasiado alta: “cuando pase esto… retomaré el deporte”, “cuando pase esta situación, … me sentaré a meditar lo que necesito y las decisiones que quiero tomar”. Esa es la principal trampa. ¡Es ahora cuando lo necesitas!. Después puede que se solucione o no, que estés bien o no, pero cómo llegarás allí, ¿agotad@?.
Hoy quiero centrarme en 6 necesidades emocionales que resumen diversas sesiones de coaching sobre las que he estado trabajando.
Ver a “través de la niebla”
En este caso, la verdad es que sonreí mucho. 😀. Un cliente al acabar la sesión, me dijo “hoy has sido mi antiniebla en la confusión que traía a mi alrededor”. ¡Sonreí muchísimo al saber que había podido dar luz!. Le doy de nuevo las gracias a esa persona si me está leyendo ahora.
Y es que a veces, las circunstancias dibujan el contexto de alguien con bastante niebla y confusión. Y lo dibujan así, porque ciertamente hay circunstancias que las dibujan “otros”, y lo convierten todo en incierto, y aparentemente difícil de manejar.
Lo importante aquí es que, a pesar de esa niebla, que por otro lado, puede que necesites aceptar, tú tienes un margen de actuación. Ser consciente de en qué estado emocional te ha situado la niebla es el primer paso. Si este estado emocional es demasiado intenso, necesitarás regularlo. Como si fuera un “grifo” al que necesitas regular el caudal. Una vez hecho esto, podemos identificar donde está tu margen de maniobra. Es decir, a pesar de las circunstancias, siempre hay algo que puedes ordenar, reformular, modificar, decidir, y hacer un plan.
¿Te ocurre que la niebla te esta situando en una posición emocional intensa y no ves por dónde empezar a andar a través de la niebla?.
Reconocimiento propio desde la calma
En esta ocasión, una persona llevaba mucho tiempo sin “verse a sí misma”. Pudimos analizar que los hábitos que había desarrollado en algunas áreas de su vida, eran poco productivos y tóxicos para esa persona. A veces, hay hábitos que en algún momento han servido, pero ahora ya no. Y el mejor indicador es que la persona suele sentir bastante intranquilidad y malestar emocional. Nuevamente, es super importante regular el “grifo emocional” que te has dejado abierto. Y luego verte más ampliamente, fuera de esa situación que tiene todo tu foco.
Al realizar esta sesión de conversación de coaching, la persona fue descubriendo y viéndose más allá de la situación. Con lo que se dio cuenta de que era más que la situación, mucho más que su foco en la incertidumbre, y su malestar emocional. Pudo ver a través de la conversación guiada que en otras áreas de su vida practicaba unos hábitos excelentes que le podían ayudar muchísimo en la situación conflictiva que estaba viviendo.
Y a partir de ahí, está empezando a afrontar.
¿Cuánto tiempo hace que no te ves al completo, y desde la calma, para reconocer tus mejores habilidades?
Tener “chuletas mentales y emocionales” para afrontar mejor
Este joven, estaba viviendo bastantes situaciones estresantes que rápidamente le hacían estallar emocionalmente, con lo que las actitudes reactivas, intensas, y poco productivas, le hacían sentirse aún peor después.
Saber cómo funciona su cerebro y sus necesidades emocionales le ha permitido vivir las situaciones críticas para él, desde otra perspectiva. Porque la comprensión de uno mismo y de los demás te evita caer en ciertas “trampas mentales”. De esta forma, afrontas las situaciones críticas desde una emoción más regulada.
A partir de ahí, ha sido muy importante dibujar cómo quería actuar en esas situaciones que sabe que suelen ser “disparadores emocionales” para sí mismo. Así, hemos podido crear conjuntamente “micro planes” de acción para las situaciones que suele comportarse “reactivamente”. Se siente con una maleta de “chuletas mentales y emocionales”, que identifica claramente: aquí me sirve mucho esto…”. Es de esta forma como creamos nuevos hábitos mentales y emocionales, que son mucho más saludables para uno mismo y para las relaciones con los demás.
¿Y tú, dispones de “chuletas mentales y emocionales saludables”?
Asimilar e interiorizar nuevos hábitos lleva su tiempo
Esta conclusión he podido comprobarla con muchos clientes. Conforme la persona avanza descubriéndose, y poniendo nuevos hábitos en práctica, se consigue la interiorización. Si te fijas en aquello que tienes super integrado, te funciona, y casi no haces esfuerzo en ponerlo en práctica, lo podrás ver.
No fue así al principio. Pero llega un momento que a base de practicarlo, tu cerebro hace “clic” y como dicen los clientes “ahora lo veo claramente, lo comprendo en su totalidad”. Y es justo ese momento cuando la persona lo ha integrado, y ya no lo va a olvidar. Ni siquiera volverá atrás en sus hábitos no saludables.
Eso sí, al principio de integrar una nueva habilidad mental o emocional, se necesita atrevimiento para practicar, mientras comprendes sucesivamente.
La impaciencia y la no aceptación de posibles recaídas a los viejos hábitos no te ayudará. Calma, constancia, aprendizaje… es la clave…
¿Y tú, admites que necesitas tiempo para integrar y asimilar otras formas de interpretar, dar significado, y afrontar?
Aceptar las consecuencias de la decisión que has tomado o que no has tomado
Las conversaciones de coaching permiten sobre todo descubrir, ver a través de la niebla, mental y emocional de uno mismo. En muchas ocasiones la persona descubre que está en una situación de malestar, desgaste e incomodidad sobre lo que ha decidido, o quizá, no ha decidido. Es decir, las conversaciones de coaching ayudan a ser consciente de cómo has llegado hasta aquí. Y es que la inercia en la vida, en el día a día, es mala compañera. Realmente te puede hacer ver relaciones con los demás y con uno mismo, como inamovibles e imposibles de solucionar.
Cuando la persona descubre que, sin querer ha tomado una decisión, o se ha dejado pendiente de tomar una decisión, empieza todo a ser más fácil.
No hay decisiones buenas o malas. Solo consecuencias de decisiones que necesitas ser consciente de si quieres asumir o no. La consciencia de estos pasos a menudo, permite a la persona llevar mejor una situación, o decisión, tomada o no, o incluso, moverse a otra decisión mental y emocional.
¿Y tú, estás asumiendo que tomaste una decisión hace tiempo o no decidiste, y eres consciente de las consecuencias de ello?
No perder de vista el objetivo o decisión que quieres tomar
Muy relacionado casi siempre con el punto anterior. Este tipo de aprendizaje se suele necesitar en situaciones que sin darte cuenta has asumido, pero te está causando bastante sacrificio, agotamiento mental y emocional, y desgaste en tu día a día. En ocasiones, en las conversaciones de coaching la persona descubre racionalmente que ahora no está preparado emocionalmente para “moverse a otra perspectiva de vida o situación”. Me gusta respetar mucho la preparación emocional de las personas para hacer ese paso. Eso no quita que de vez en cuando, volvamos a visualizarlo para comprobar si ya es el momento. Afortunadamente dando estas oportunidades, la persona encuentra el momento y se mueve. La clave es no perder de vista el objetivo o decisión que quieres tomar.
Es decir, tener presente que en cuanto puedas, en el momento que estés preparado emocionalmente te vas a “mover”. Pero no pierdas esa visualización, porque sabes que te la mereces, que te va a hacer sentir mejor y mucho más satisfecho. Con lo que, vale, asumes el coste de desgaste que tienes ahora, pero cada vez va a estar más cerca el momento de moverse. Si pierdes este objetivo puede que te agotes más, y te hundas en una perspectiva de imposibilidad.
Acuérdate, ¿tienes presente a donde “quieres moverte” aunque ahora no estés preparado emocionalmente?
Resumen de aprendizajes emocionales
- Ver a través de la niebla.
- Reconocer tus méritos y fortalezas a pesar de que una situación crítica esté teniendo toda tu atención y desgaste.
- Disponer de “chuletas mentales y emocionales” de éxito para aprender a afrontar mejor.
- Asimilar e interiorizar nuevos hábitos lleva su tiempo.
- Aceptar las consecuencias de la decisión que has tomado o que no has tomado.
- Tener presente siempre el siguiente paso o movimiento mental y emocional que quieres dar aunque ahora mismo no estés preparado.