Quien eres no se define por cómo te tratan los demás. A menudo trabajo con personas que han sufrido o sufren actualmente agresiones verbales, manipulación emocional o algún tipo de chantaje, incluso abuso o maltrato. Todas estas actuaciones suelen ocasionar, a la persona receptora, mucho malestar emocional, ansiedad, y problemas de autoestima. Además estas sensaciones pueden permanecer durante años, si dichas actuaciones agresivas se mantienen en el tiempo, en las relaciones presentes. También ocurre, cuanto estos comportamientos se produjeron en etapas tempranas o críticas para la persona, en las que quizá no se tuvieran o no se podían tener por edad, los recursos emocionales adecuados.
Como además estos comportamientos tóxicos suelen venir de relaciones cercanas, familiares o sociales, el malestar continuo está servido. Si la persona no está bien entrenada en técnicas de inteligencia emocional, resiliencia y autoestima, será difícil que la persona pueda desvincularse afectivamente de los comportamientos tóxicos de otros. Difícil pero no imposible desvincularse. Con trabajo personal y emocional, se puede aprender a liberarse de las actuaciones que otros eligieron para uno mismo.
Por otro lado, en ocasiones me encuentro que la propia persona receptora de estas actuaciones tóxicas, absorbe para sí misma esta forma de tratarse personalmente. Con lo que es frecuente, analizar los hábitos emocionales del maltratado, y encontrarse que sin querer, está repitiendo los patrones de conducta que otros eligieron darle.
El comportamiento de los demás define cómo son los otros, no a ti
Por muy abusivo, agresivo, tóxico y humillante que sea el comportamiento del otro, esto no define quién eres. Si estás recibiendo o has recibido este tipo de actuaciones, recuérdalo. Tenlo muy presente. Estos comportamientos hablan de la persona que los expresa y muestra, en su interacción contigo. Esa persona, no sabe, no puede, o no quiere, tener otro tipo de comportamiento saludable contigo. Esa persona elige en sus interacciones cómo se comporta. Le define a él/ella no a ti. Eres independiente de cómo te tratan los demás.
Es muy posible que la persona que proporciona conductas agresivas tóxicas, carezca de mejores recursos emocionales. Qué le vamos a hacer. Es horrible sentir que te tratan así, pero es su responsabilidad, no la tuya. Aléjate si lo consideras necesario pero no absorbas sus carencias, son suyas, no tuyas.
Posiblemente, este tipo de comportamiento tóxico se mantenga en el tiempo, porque a la persona que actúa de esa forma, seguramente le haya funcionado. Es decir, para que haya un comportamiento abusivo necesita haber otra persona que asuma esas agresiones, y no pueda o no sepa defenderse, y apartarse. Seguramente busque relacionarse con personas con las que se sienta superior y vea que su comportamiento tiene éxito ya que consigue lo que quiere. No lo permitas.
Incluso si este comportamiento se dio en etapas tempranas o críticas de tu vida, tampoco te definen. Definen a la otra persona. Quizá no pudiste desvincularte de los comportamientos de esa persona entonces. Ahora bien, aunque no lo creas, ahora puedes.
La autenticidad personal no se sitúa en cómo te tratan los demás
Quien eres y qué concepto tienes de ti, necesita situarse en ti. En tus valores, creencias, hábitos, fortalezas, áreas de mejora es donde reside tu esencia. Y cómo actuaste o no pudiste actuar en el pasado, habla de qué recursos tenías entonces. No quién eres ahora. Tienes la oportunidad de desvincularte, y romper la cadena que te ata a los comportamientos de los demás.
Reflexiona sobre tus valores y tus creencias. La coherencia con ellos mismos es lo que te permite estar satisfecho contigo mismo y sentirte feliz de ser quien eres. Aceptando lo mejor de ti y aquellos retos que aún tienes pendiente.
Seguro que tienes relaciones mucho más sanas que esa que te está atormentando. Probablemente tú ayudes a los demás de una forma diferente. Cuidas a otros con cariño y respeto. Seguro que has superado también situaciones difíciles y lo has afrontado lo mejor posible. Eso es lo que te define, no cómo te tratan los demás.
Asumir patrones de comportamiento de otros
En trayectorias personales, en las que las actuaciones tóxicas han sido muy intensas, incluso traumáticas, puede darse el caso de un aprendizaje no saludable. Es común que las personas que en etapas críticas de su vida, o durante mucho tiempo han sido víctimas de comportamiento abusivo, adopten sin querer este tipo de patrones de comportamiento para sí mismos.
Por ejemplo, si te han humillado y despreciado, es posible que ante errores o equivocaciones, tú te trates de la misma forma. En caso de que alguien haya tenido un comportamiento ansioso de sobreprotección extrema contigo, tú reacciones de forma parecida ante situaciones de incertidumbre o retos difíciles. Incluso, si alguien te ha repetido constantemente que no eres importante, puede que sin darte cuenta, tú te relaciones con los demás desde un segundo plano. Anteponiendo así, las necesidades de los demás a las tuyas, buscando aceptación o aprecio.
Este mimetismo de patrones tóxicos de los demás, perpetúa tu malestar, ansiedad y percepción de autoestima sobre ti mismo. Digamos que “te has creído” que eres aquellas características personales que otros te han demostrado que eres con su comportamiento tóxico.
Repito, no es así. El comportamiento tóxico y abusivo habla de la persona que lo manifiesta, no del receptor de estos comportamientos. No eres lo que ellos te demostraron con su trato. Eres independiente del comportamiento de los demás.
Recupera tu identidad personal, tú defines quién eres
Empieza a hacer un trabajo personal para redefinir quién eres y cómo te consideras como persona. En las sesiones de coaching trabajo mucho sobre ello con personas que sufren o han sufrido una historia larga de comportamiento tóxico. Permítete visualizar tu vida por un momento, apartando los episodios tóxicos. Hay otras muchas situaciones, retos, momentos clave en tu vida que los has decidido tú. Y que probablemente hayan sido significativos para ti. Independizarse, un nuevo trabajo, una promoción, una relación especial… Hay otros muchos hitos en tu vida en los que tú desplegaste otro tipo habilidades y estrategias emocionales sin coacción. Eso es tuyo y nadie te lo puede quitar. Estos hitos en tu vida hablan de ti y de nadie más. Y son mucho más valiosos y auténticos que los comportamientos manipuladores que te proporcionaron otras personas. Busca, están en ti. Sé que los episodios negativos te influyen más y tiñen como de negro el resto de tu persona. Pero están ahí, en tus retos, logros y avances a nivel personal.
Son tus MOMENTOS DE IDENTIDAD PERSONAL. Y son tuyos de nadie más, fuiste tú y no los demás. Quién eres no se define por cómo te tratan. Tú defines quién eres, día a día.
Habilidades de afrontamiento necesarias
Si hiciera un resumen de algunas de las habilidades que te pueden ayudar a superar esto si te encuentras en esta situación emocional, serían los siguientes hábitos que aquí te resumo. Implican una práctica continuada a pesar de cómo te traten los demás.
- Autoestima y autocuidado
- Inteligencia Emocional
- Resiliencia
- Vulnerabilidad Selectiva
- Patrones relacionales saludables
- Asertividad
Reflexión final
- ¿Te estás creyendo lo que dicen de ti cuando te tratan de forma tóxica?
- ¿Has absorbido en tu diálogo interno mensajes y calificativos de las personas que te tratan de forma tóxica?
- ¿Te encuentras habitualmente con pensamientos en bucle que no tienen salida?
- ¿Tienes la sensación de que no tienes valor como persona, que los demás siempre son mejores?
- Reflexiona sobre estas ideas que he tratado de resumir en este artículo. Y si consideras que puede venirte bien una ayuda, estoy a tu disposición.