Ese sueño que recuperaste en vacaciones parece que se ha ido en este primer mes de vuelta de vacaciones. El que más y el que menos ha vuelto de su periodo de vacaciones ahora ya en octubre. Y muchos han vuelto a tener presente preocupaciones e insatisfacciones pendientes de resolver. Y es el que el cuerpo y la mente, siempre lo digo, son muy sabios.
Te hablan en forma de emociones intensas, de sueño que no concilias o a través de un malestar que no acabas de solucionar.
También es posible, como he visto en muchos de mis clientes de coaching, que hayas aprovechado este periodo de vacaciones para conectar contigo y resolver. Si es así, ¡Enhorabuena!. Ahora bien, no pasa nada si hiciste un STOP y desconectaste para posponer su resolución.
Lo que es importante que recuerdes es que el malestar, la insatisfacción, posible ansiedad y/o inseguridades, que vuelven tras el periodo de vacaciones, son normales. La mente es muy poderosa para recordarte aquello a lo que no estás prestando atención y sigue pendiente de resolver.
Te detallo a continuación algunas reflexiones que me encuentro a la vuelta de vacaciones en las sesiones de coaching, por si también te pueden servir o hacerte reflexionar.
1. Un salario emocional, más conciliación y bienestar: la postura de la generación Z ante el trabajo (laSexta)
Coincido. Varios de los clientes jóvenes con los que estoy en las sesiones de coaching, están aproximadamente en esta generación Z. Algunos trabajando, otros en periodo de estudio todavía. Y las quejas más sobresalientes son estas. Una, desmotivación porque no ven una salida profesional que les permita vivir satisfactoriamente, y no ven donde pueden desarrollar una identidad profesional. Dos, están en un trabajo, que por los estudios tradicionales (ADE, Derecho…) solo han podido acceder a trabajos que no corresponden a su titulación. Léase, supuestos puestos de técnico, cuyo contrato es de administrativo, por ejemplo, y el trabajo que hacen es pura gestión.
Sin entrar en las condiciones laborales, que podemos imaginar, los puestos de trabajo están carentes de reto, un buen liderazgo que acompañe a crecer, o significado y propósito del trabajo que hacen.
Sí, buscamos (y puede que ya no solo la generación Z):
- Salario Emocional
- Un trabajo que pueda generar un impacto significativo
- Confianza, buen ambiente y autonomía
- Respeto al tiempo personal y de desconexión
Viendo esto 😉, me pregunto, por qué lo vemos tan extraño. Esto sería lo normal, y en algún momento dejamos, “vendimos” nuestra vida personal por 8h de ir en “piloto automático”. No me extraña que muchos al salir del trabajo, sigan con este “piloto automático”, en el que embotellan o incuban, lo que verdaderamente sienten y necesitan para el equilibrio personal y una vida plena.
Así que si te sientes así. Adelante, en la medida que puedas acercarte todo lo posible a estas premisas, reflexiona, toma decisiones y ve cambiando lo que necesites para sentir que lo que haces tiene impacto. Realmente es la mejor forma de motivación, la interna. Y parece que las empresas, muchas veces lo olvidan.
2. Te mereces SALIR de dónde estás
Sí, otra de las preocupaciones que puede que te está quitando el sueño, como a otras personas es sentirse ENCERRAD@, ATRAPAD@. Hay personas que se sienten que están atrapad@s en una estructura familiar, laboral o ambas a la vez, que son tóxicas y manipuladoras. Siguen existiendo, empresas familiares en las que el trato, sobre todo a los propios familiares, de verdad que asusta. Y siguen dándose también dinámicas familiares internas en las que se roza o ya se alcanza el maltrato y la agresión.
Esto deja a las personas receptoras de estas conductas, literalmente anuladas. Por lo tanto, tenemos ansiedad, estado de hiperalerta constante, problemas de insomnio y muchísima tristeza. Sobre todo, porque dándose todo esto en un entorno familiar, uno espera que ser bien tratado, acompañado y protegido.
Pues… a veces, no es así. Y necesitarás realizar un proceso de aceptación, de manejo emocional de todas las emociones difíciles que acompañan a estas situaciones. Seas de la edad que seas, es posible que estés sintiendo, tristeza, decepción, miedo, impotencia, desmotivación, enfado…
Vamos a por las buenas noticias. Puedes SALIR. De forma parcial, completa, temporal o no, física o emocionalmente…Nuevamente tus emociones, aunque duras están a tu servicio. Te informan, avisan, te cuidan, te protegen, proporcionándote el malestar necesario para SALIR DE AHÍ, de alguna forma. Hay muchas opciones, estrategias y reflexiones necesarias en estos momentos vitales. Sé que es duro. Muchas personas como tú lo están abordando, y poco a poco están tomando las riendas de su propia gestión emocional, y decisiones correspondientes. No te quedes ahí. La mayoría de las veces, no es necesario. Sé que el sentimiento es de “ATRAPAD@“, y nuevamente es un aviso para SALIR DE AHÍ de alguna forma para protegerte mejor.
3. Adictos a los problemas y a la resolutividad
No sé si te pasa. Y si también te quita el sueño como a otras personas. Suele ocurrir a personas que están acostumbrados a ser muy dinámicas y resolutivas, y que han sufrido situaciones dolorosas y estresantes de gran intensidad, o sostenidas durante un largo periodo de tiempo. En esos periodos de tiempo la persona suele centrarse en la parte pragmática de la situación, siendo muy resolutiva, y sosteniendo una fuerte carga mental y emocional para ocuparse de la situación. Enfermedad de un familiar, problemas o conflictos, situaciones financieras complicadas, etc. En estas situaciones este perfil de afrontamiento focaliza todas sus energías en lo que puede aportar, hacer, solucionar, gestionar,… y muchas veces deja de lado lo que siente. Su miedo, enfado, tristeza, decepción, … en pos de resolver la situación, que por otro lado suele alegarse en el tiempo o ser muy intensa. Si además en la trayectoria vital de la persona, esto ha ocurrido varias veces, en varias épocas y se ha tenido un cierto éxito en la percepción de que “si me implico todo lo posible se soluciona”, el malestar emocional cuando estas situaciones se terminan, está servido.
Quizá no sepas de donde venga, porque “…si ahora está todo bien… por qué me siendo así de mal…”. ¿Te ocurre?. Suele acompañarle sentimientos de vacío y ansiedad.
Bueno, es un poco más complejo de trabajar, pero podemos resumirlo, en -te ha faltado hacer la digestión emocional de lo que has vivido- y darte cuenta de que ya se ha terminado. Ahora ya no son tan necesarias esas super habilidades de resolución, pragmatismo y racionalidad. Has sostenido y posiblemente, embotellado tus emociones en ese proceso. Ahora necesitan salir, y necesitan ser escuchadas por ti y quizá por alguien profesional que te ayude a encajar las piezas. Es necesario darte cuenta de que eres algo más que un SOLUCIONADOR/A. Te mereces sentir, descansar y seguir adelante con otras habilidades que te permitan tu propia SATISFACCIÓN PERSONAL Y EMOCIONAL.
4. Qué hacer con esa persona cercana que te hace sentir tan mal
Suelen ser familiares, relaciones a las que no podemos alegremente abandonar por el vínculo que de por vida tenemos con ellos. Una pareja, un hijo, padres, … A veces amigos muy, muy cercanos. En ambos casos, esta persona con la que tienes un vínculo tremendamente cercano, no sabes que pasa y por qué, pero su trato des negativo, despreciativo, manipulador… En fin, hagas lo que hagas está mal. Y te quita el sueño y toda tu energía mental y emocional suele estar focalizada en ver cuál es la mejor manera de que no salgas tan dañad@. Es muy duro. Estás lleno de decepción, impotencia, amargura, dolor, y a veces esto dura ya demasiado tiempo. Nuevamente, las emociones…. A veces, los clientes piden, ¿qué puedo hacer para no sentir, para que no me afecte nada en absoluto?. Cuestión legítima, pero olvidamos que somos personas no máquinas. Y que lo que nos hace seres humanos son nuestras emociones. Sin ellas aún correríamos más peligros físicos y emocionales también.
Así que, necesitas sacar a primer plano tu capacidad de Inteligencia Emocional. Muy necesaria, restauradora, compasiva, comprensiva, afrontadora y equilibradora. En estos casos, el trabajo de las sesiones de coaching se centra en comprender qué juegos y dinámicas relacionales han ocurrido, están ocurriendo, y cuál ha sido tu patrón de afrontamiento emocional hasta ahora. Y por supuesto, en crear, hacer relucir, y usar tus mejores fortalezas emocionales para afrontar de otra forma estas relaciones. Incluso proporcionar nuevos enfoques para esta relación eligiendo lo que te hace sentir mejor para afrontar la relación con esta persona aceptando que esta es la situación, así es el escenario, de esta forma es como se relaciona contigo esta persona en este momento.
Pregunta Clave
¿Hasta cuándo vas a estar soportando este malestar que te quita el sueño?
TE MERECES SENTIRTE MEJOR. MERECES TOMAR DECISIONES ACORDE A LO QUE SIENTES Y NECESITAS. ESA ES LA ALIANZA QUE TE OFRECEN TUS EMOCIONES, INCLUSO LAS MÁS DIFÍCILES.