Adolescentes a partir de 16 años. Las relaciones familiares, los problemas de concentración en el estudio, los problemas relacionados con la autoestima y la identidad personal, son algunos de los objetivos más importantes cuando un adolescente decide aceptar ayuda psicológica. Desde un proceso de coaching psicológico aprenden a comprenderse mejor, a comprender mejor sus relaciones familiares y sociales y valorar el impacto que tiene su conducta en la interacción con los demás. La meta más importante es fomentar la autonomía en el estudio, en sus relaciones y en las elecciones de su día a día.